Más precisa que la memoria de las personas.
Romper la cadena de contagio de COVID-19 es una tarea esencial para los gobiernos e instituciones de salud; y las plataformas basadas en machine learning juegan un rol crucial para alertar a quienes estuvieron en contacto con una persona que dio positivo y que puedan tomar las medidas de seguridad correspondientes.
Es el caso de LUPPA, una plataforma especializada en captura, procesamiento, análisis, interpretación, difusión y almacenamiento de data en tiempo real en la nube, que habilitó una función para rastrear los casos sospechosos de COVID-19, con el fin de poder contactarlos.
La herramienta funciona a través del registro de los números de ID de los dispositivos celulares (no el número celular). Una vez que una persona está confirmada con COVID-19, se localiza su ID y se realiza un proceso por medio de machine learning para descubrir con qué otros dispositivos tuvo contacto.
Una vez identificados los ID, éstos deben cumplir dos condiciones para poder seguir con el rastreo: que estas personas hayan estado en contacto por al menos 15 minutos y a una distancia menor a cinco metros.
Al cumplir dichas condiciones, estos números los podrían utilizar los gobiernos locales para que, con ayuda de las empresas de telefonía móvil, se les envié a estas personas, por medio de un mensaje SMS que estuvieron en contacto con una persona contagiada, por lo que deben tomar medidas, cuidarse y seguir las indicaciones de las autoridades.
“Gracias a la ayuda del machine learning y de la información recopilada en teléfonos celulares por aplicaciones de terceros y redes de internet públicas, podemos determinar la ubicación del dispositivo móvil de un paciente contagiado, así como el número de identificación de los dispositivos que estuvieron cerca de él y que pueden estar en riesgo de contraer el virus”, detalla Juan Manuel Wong Urrea, director general de LUPPA.
Hace unas semanas, el gobierno de la Ciudad de México presentó un programa de rastreo de contactos de COVID-19, con el que busca recrear las cadenas de contagio para aislar y atender a los contagiados y a los contactos sospechosos.
Con este plan, quien resulte positivo al virus debe ser aislado por 14 días para que personal de Locatel le consulte sobre las actividades que ha realizado y con las personas con quienes ha interactuado para localizarlas y realizar el mismo seguimiento epidemiológico.
La tecnología es mucho más precisa que la memoria de las personas y ofrece resultados más completos que los obtenidos a través de llamadas telefónicas, ya que la información no recae en lo que se pueda recordar.
Esta tecnología fue desarrollada por LUPPA, en alianza con una empresa colombiana, país en el que está siendo utilizada con éxito en las alcaldías de Bogotá, Medellín y Cali. En Corea del Sur las autoridades sanitarias han ejecutado un sistema de localización de contactos a través de aplicaciones móviles con las que se rastrean a las personas que tuvieron contacto con un caso confirmado de coronavirus.
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