Cualquier tipo de desregulación del Agente Económico Preponderante en Telecomunicaciones (AEPT) en un sector que permanece sumamente concentrado, implicará retrocesos a la reforma de telecomunicaciones, en perjuicio de los usuarios finales y generará costos a la competencia irreversibles, considera el Instituto del Derecho de las Telecomunicaciones (IDET).
“En el análisis de la regulación de mercados que tienen características que impiden que la competencia efectiva prevalezca por sí sola, se ha identificado que empezar a desmantelar el andamiaje regulatorio o desregular cuando ello no debía ocurrir, es un error ampliamente estudiado que, entre otras cuestiones, genera costos a la competencia que pueden resultar irreversibles”.
De acuerdo con el “Estudio del Impacto de Otorgar Libertad Tarifaria al Agente Económico Preponderante en Telecomunicaciones”, otorgar a América Móvil (AMX) la posibilidad de establecer libremente las tarifas del servicio de acceso en Servicios de Acceso Indirecto al Bucle (SAIB) en 63 municipios, tendrá efectos negativos en otros segmentos de telecomunicaciones que no involucran directamente al servicio mayorista que el IFT pretende desregular.
En una reunión virtual con integrantes del IDET, Andrés Aradillas, Profesor e investigador en Economía Universidad Estatal de Pensilvania y autor del estudio explicó la metodología empleada en la elaboración de dicho análisis.
El estudio señala la evidencia que existe sobre que un incremento, aunque sea modesto, en la participación de mercado del AEPT, en algunos de los municipios identificados por el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), podría generar un incremento varias veces mayor en la participación agregada de mercado de dicho operador.
“Los miembros del IDET que participaron en la reunión coincidieron en que se advierten efectos negativos que no habrían sido identificados por el IFT en su análisis preliminar, por lo que resulta necesario que sean valorados con la mayor exhaustividad posible por el órgano regulador, de cara a la decisión que habrá de tomar en las próximas fechas respecto de la medida señalada”.
Lo anterior resulta fundamental porque al día de hoy no existe evidencia formal, generada por el IFT, que acredite que las obligaciones específicas impuestas al AEPT, se han cumplido a cabalidad de manera oportuna, sino que no han permitido consolidar de manera generalizada condiciones de competencia efectiva en el sector telecomunicaciones de México.
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