Lejos de sustituir equipos y tecnología que actualmente prestan servicios en América Latina, los satélites de órbita baja (LEO), complementarán a los geoestacionales (GEO) y a los de mediana órbita (MEO), que a su vez habrán de funcionar como complemento a la infraestructura terrestre, en un ecosistema de alianzas entre empresas para diferentes tipos de servicios, sobre todo en zonas remotas, donde el despliegue permanece como reto.
En ello coincidieron especialistas del sector, convocados por ConvergenciaLatina en el evento virtual Satellite Map Day, donde se adelantó que la Economía del Espacio, que podría generar hasta 1.4 billones de dólares entre 2021 y 2031, está llamada a cambiar la forma como se prestan servicios de telecomunicaciones.
En el panel denominado “El negocio satelital de cara al 2030: la convergencia entre la tierra y el espacio”, Mariano Sumberaz, director de Negocio Satelital de Telefónica Global Solutions, adelantó que con la presencia de un ecosistema de distintos tipos de satélite, el servicio se democratiza, de manera que no se puede decir que se esté jugando una competencia con otras tecnologías, sino que debe entenderse como una convergencia de servicios y tecnologías.
Fluvio Sansone, cofundador de neXat, destacó que el usuario final quiere contar con un servicio y no le importa (ni sabe), quién lo presta. Por eso, más allá de las tecnologías que se utilicen, así sean de satélite de baja, media o alta órbita, o bien de infraestructura física, lo importante es la convergencia que permita prestar los servicios de manera adecuada.
En su oportunidad y durante el panel “El mercado LEO ante su hora de la verdad”, Gabriela Serrano, gerente de ventas para Sudamérica de Eutelsat, sostuvo que en términos generales la tendencia es hacia soluciones híbridas, que permitan prestar más y mejores servicios con flexibilidad y para soluciones concretas hacia las diferentes necesidades de los usuarios.
De hecho, detalló que los satélites permiten prestar servicios en áreas remotas, donde el despliegue de infraestructura es más complejo. Es el caso de esta empresa, que trabaja con CFE Telecomunicaciones e Internet para Todos de México, para llevar puntos a través de satélites GEO, a los que se sumarán satélites LEO para garantizar la cobertura requerida, en un claro ejemplo de la convergencia de distintos tipos de tecnologías.
En ese mismo panel, Eduardo Lema, presidente de Servicio Satelital, recordó que en el espacio orbitan miles de satélites que representan inversiones multimillonarias y deben conseguir una masa crítica de servicios que justifique su existencia.
“No veo un escenario de sustitución en el futuro económico de cada flota”, anticipó. Por el contrario, lo que se puede vislumbrar es la complementariedad entre empresas, en un enriquecimiento del ecosistema con una economía del espacio en plena expansión.
En el foro donde se presentó el Mapa de Satélites en América Latina 2023, los distintos participantes coincidieron en que las tecnologías híbridas entre soluciones de infraestructura física en tierra y satelital, serán cada vez más frecuentes y ayudarán a seguir expandiendo los mercados de la región con más servicios y de mejor calidad, entendiendo que los usuarios finales no están interesados en quién y cómo le da servicios, sino que éstos cumplan sus expectativas de calidad.
C$T-GM