La industria móvil de América Latina requiere de hojas de ruta de asignación de espectro de medio y largo plazo en un escenario de crecimiento de las redes móviles LTE y la futura 5G, de manera que los operadores puedan planear las inversiones requeridas para los nuevos despliegues de red.
“Las sugerencias de la UIT sobre la cantidad de espectro necesario para un desarrollo eficaz del mercado de servicios móviles exponen el rezago que América Latina tiene en la entrega de espectro radioeléctrico para móviles”, subraya 5G Américas.
En el documento Análisis de las recomendaciones de espectro de la UIT en América Latina, puntualiza que la falta de planeación en la asignación de espectro suficiente limita el crecimiento de la industria de las telecomunicaciones y con ello se dinamitan los puentes hacia una sociedad digital, hacia el desarrollo de la economía y la transformación digital empresarial.
De acuerdo con la asociación, a julio de 2021 solo uno de mercados latinoamericanos había alcanzado el 50 por ciento de la sugerencia de espectro de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) para 2015 y el todos estaban por debajo de la cifra sugerida para 2020 en su escenario alto.
“En otras palabras, América Latina y el Caribe están rezagados en la entrega del recurso radioeléctrico, con respecto a las sugerencias de ese organismo”, señala el estudio Análisis de las recomendaciones de espectro de la UIT en América Latina.
El promedio regional de espectro licenciado para servicios móviles equivale a un 31.2 por ciento de la sugerencia de la UIT de 1.300 MHz para 2015.
De los mercados analizados en el reporte, nueve cumplen o superan la marca del 30 por ciento de la sugerencia: Argentina (30.8 por ciento), Brasil (46.8 por ciento), Chile (51.5 por ciento), Colombia (37.9 por ciento), Costa Rica (39.2 por ciento), México (37.6 por ciento), Nicaragua (32.3 por ciento), Perú (40.8 por ciento) y Uruguay (39.6 por ciento).
En la actualidad y de cara a un futuro cercano más digital, tanto económico como social, el espectro es el análogo de las vías ferroviarias del siglo XIX o las carreteras del siglo XX.
“Los reguladores de América Latina deben comprender la importancia de diseñar hojas de ruta de medio y largo plazo para adjudicar la cantidad de espectro adecuada para lograr una mayor conectividad en los países”.
En especial para zonas rurales o apartadas, donde las redes cableadas que lleguen a los hogares están ausentes o es muy escasa deberían considerar condiciones diferenciales, como la reducción de los costos del espectro (inicial y tasas de uso) y permitir el intercambio de pago por espectro por inversiones.
En especial para economías latinoamericanas que basan gran parte de su producción económica en actividades ligadas a la agricultura y ganadería.
Las tecnologías inalámbricas son la única alternativa viable para ofrecer servicios de banda ancha en estos casos. En áreas urbanas muy pobladas, contar con hojas de ruta que den visibilidad a la asignación de más cantidad de espectro habilitaría un funcionamiento más eficiente de las redes móviles.
En las ciudades, además de la falta de espectro, el cuadro se agudiza con otras restricciones, como las demoras para autorizar la instalación de antenas.
Frente al futuro avance de 5G, Internet de las Cosas y los autos conectados, es importante para el continente americano trabajar en conjunto para lograr armonizar el espectro en la región.
C$T-GM