Con el objetivo de fortalecer las condiciones de competencia en el mercado mexicano, el IFT realizará mediante un trabajo “responsable y técnico”, los ajustes de precisión que se requieran al marco de regulación asimétrica impuesta al Agente Económico Preponderante en Telecomunicaciones (AEPT) en 2014.
“Es necesario seguir trabajando en consolidar las condiciones de competencia, y ahora mismo estamos llevando a cabo la tercera reunión bienal de las medidas de preponderancia en el sector de telecomunicaciones, se trata de un trabajo responsable y técnico”, aseguró Javier Juárez Mojica, comisionado presidente del IFT.
El funcionario del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) dijo que en dicho proceso de revisión se tomarán en cuenta las opiniones recibidas en la consulta pública, así como el impacto que han tenido las medidas en materia de preponderancia a lo largo de los años y hasta el momento.
“Se van a realizar los ajustes de precisión que se requieran para este marco de regulación asimétrica, de tal manera que se fortalezcan las condiciones de competencia en el sector”, expuso en el contexto de la firma de un convenio de colaboración con el Consejo Coordinador Empresarial (CCE).
En marzo pasado concluyó la consulta pública sobre la efectividad en términos de competencia de la regulación asimétrica que desde el año 2014 se aplica a América Móvil, Telmex y Telcel.
En el contexto de dicho proceso, diversas empresas del sector coincidieron en que ante el fracaso de mecanismos como la separación funcional y el efecto “bola de nieve” que ha generado la “ineficaz” implementación de la regulación asimétrica, la separación estructural del AEPT podría ser la única solución viable para alcanzar una competencia efectiva y lograr el acceso asequible a los servicios de telecomunicaciones en México.
“El mercado mexicano de telecomunicaciones no puede mantenerse durante otra década en los niveles actuales de concentración del mercado. Aunque la tendencia reciente muestra una desconcentración gradual, se requeriría un cambio estructural significativo para alcanzar un mercado verdaderamente competitivo en el mediano plazo”, estableció la Canieti en la consulta pública.
La cámara sostuvo que aunque en los últimos 10 años el IFT se ha esforzado por intentar mitigar el poder de mercado del agente preponderante a través de medidas conductuales, la regulación asimétrica no ha tenido éxito.
“El IFT ha utilizado mecanismos que van desde la separación contable hasta la separación funcional para intentar garantizar la equivalencia de acceso; sin embargo, todos ellos han fracasado”.
De hecho, en 2017 el IFT ordenó al AEPT separar funcionalmente a Telmex y Telnor creando las Empresas Mayoristas con el propósito de proveer servicios mayoristas a sus competidores en condiciones no discriminatorias para facilitar el acceso a dichos insumos, sin conseguir los resultados necesarios.
“Tan es así que la escala de Telmex es del doble de sus competidores. Asimismo, la participación de mercado de Telcel permanece prácticamente sin cambios desde hace casi ocho años capturando más de 70 por ciento de los ingresos del mercado móvil. La efectividad de medidas conductuales podría mejorarse si el IFT mantuviese estrictas condiciones de verificación y penalización ante incumplimientos”.
En el mismo proceso de consulta, Grupo Televisa coincidió en que la solución natural para alcanzar una verdadera competencia y acceso asequible a los servicios de telecomunicaciones para la población en su conjunto es la separación estructural del AEPT.
“La propuesta de Separación Estructural podría generar beneficios para todas las múltiples partes interesadas, incluidas la eliminación de barreras para compartir infraestructura, una mayor competencia en el segmento minorista, una potencial mejora en el acceso a capital por parte del operador incumbente, y la reducción de los costos de verificación y penalización del órgano regulador”.
Por su parte, AT&T México dijo que después de nueve años de la emisión de las primeras medidas necesarias para evitar que se afecte la competencia y la libre concurrencia, y sin que aún existan condiciones de competencia en el mercado de las telecomunicaciones o de que se esté cerca de conseguirlo, imponer una medida relacionada con la separación estructural del AEPT se considera razonable, proporcional e idónea al fin que se persigue.
Dicha medida tiene una finalidad constitucional legítima, combatir la existencia de un Agente Económico Preponderante que implica un riesgo para la competencia económica, la libre concurrencia y los usuarios.
Además, la separación estructural del preponderante sería adecuada, proporcional, idónea, apta y susceptible de alcanzar los fines constitucionales, que es generar competencia en el sector e incrementar el bienestar de los consumidores, ante un escenario en que ninguna otra medida ha probado ser efectiva.
Incluso, refirió, una medida de este tipo estaría alineada a las recomendaciones que ha realizado la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en los estudios que ha realizado sobre el sector de telecomunicaciones en México.
En el caso de Telefónica, la firma asegura que en el último periodo de aplicación de las medidas (2020-2023) no sólo no mejoró la situación de la preponderancia en el sector, “que en la revisión anterior de 2019 mostraba una tendencia muy preocupante hacia la reconcentración”, sino que empeoró desde la última revisión, especialmente en el mercado de los servicios móviles.
Esto permite constatar una clara falta de efectividad de las medidas, que no llegan a ser efectivas y/o presentan un enorme retraso en su implementación y desarrollo para que apenas puedan tener un impacto en el horizonte de la tercera revisión bienal.
Asimismo, expuso, es evidente la reconcentración del mercado móvil, que genera una situación de círculo vicioso de sostenibilidad del mercado para los competidores y de entrada y expansión de estos, dadas las economías de escala propias de este mercado, impidiendo mejores precios y servicios para los usuarios finales.
Espectro caro: barrera artificial que debe erradicarse.
Al señalar que si bien el IFT lleva una década trabajando en la dirección correcta en el marco de su mandato constitucional, Javier Juárez Mojica sostuvo que se debe reconocer que existen retos pendientes que siguen afectando a la industria de las telecomunicaciones y que van a incidir en cómo sectores productivos como las pequeñas y medianas empresas capitalizan o no las oportunidades que presenta la transformación digital.
“En México, el espectro radioeléctrico es muy caro. Está 60 por ciento arriba del promedio mundial y esto representa una barrera artificial de entrada al mercado, se trata también y hay que señalar que no es un reto de ahora, sino que viene de manera histórica, que si lo superamos, esto va a reducir las brechas digitales, y va a mejorar la competitividad, no solamente en telecomunicaciones, sino de toda la industria en el país”.
Sostuvo que para tener una transformación digital exitosa, es necesario contar con sufiente espectro radioeléctrico en el mercado, ya que no es un recurso que se pueda almacenar para utilizar más adelante.
Y es que, entre más espectro y más conectividad se tenga en el país, más empresas pueden digitalizarse y con esto también se van a generar más empleos y puestos directos, por lo tanto se aumentan también los niveles e índices de recaudación en favor del Estado mexicano.
“En segundo lugar mencionaría, y esto es algo que las propias organizaciones que reúnen tanto a los proveedores de servicios de telecomunicaciones como a los instaladores de infraestructuras, han señalado, es lo tardado que puede llegar a ser obtener permisos para el despliegue de infraestructura de telecomunicaciones como fibra óptica y torres”.
Esto encarece los costos de operación y tiempos de construcción, lo que al final de cuentas se traduce en importantes barreras para el desarrollo de la cobertura y representan desincentivos para la inversión.
C$T-GM