En el primer semestre del presente año, los delitos relacionados con criptomonedas cayeron 65 por ciento en general, con excepción del ransomware (secuestro de información de las empresas por cuya liberación se exigen pagos en estos activos digitales), que ya ha dejado ganancias a la delincuencia superiores a los 175 millones de dólares.
Por su parte, el volumen de transacciones legales en criptomonedas a nivel global disminuyó 28 por ciento en la primera parte del año, en comparación con el mismo periodo de 2022, señala el informe titulado “Criptocrimen a mitad de año”.
El documento elaborado por la plataforma de análisis de blockchain Chainalysis, señala que los ingresos de la delincuencia por estafa “han caído en picada en comparación con el año pasado”, pues entre enero y junio de 2023, “los estafadores en criptomonedas han obtenido 77 por ciento menos ingresos que en el mismo lapso de 2022″.
En este delito en particular, es el segundo año consecutivo en el que los criminales ven mermadas sus ganancias, pues éstas fueron menores en 2022 que en 2021. “La caída en este año es posiblemente más notable porque se produce en un momento en el que los precios de las criptomonedas van subiendo”.
Conforme a este análisis, la drástica caída en este delito se debe “a la repentina desaparición de dos estafas a gran escala: VidiLook y, en menor medida, Chia Tai Tianging Pharmaceutical Financial Management”. Ambas estafas siguen un modelo típico de ofrecer rendimientos exorbitantes.
“Por otro lado, las estafas de suplantación de identidad, en la que los estafadores se hacen pasar por un agente de la ley o algún otro tipo de figura de autoridad para extorsionar a sus víctimas, sólo han experimentado un descenso del 23 por ciento en las entradas, en lo que va del 2023, en comparación con el 77 por ciento de las estafas en su conjunto”, señala el informe.
Pese a este descenso en términos de porcentaje, el número de transferencias individuales a direcciones de estafas de suplantación de identidad, “han aumentado en realidad 49 por ciento año tras año, lo que sugiere que más personas han sido víctimas de ese tipo de delito en 2023, aunque la cantidad total perdida sea menor”.
En lo que toca al ransomware basado en criptomoneda, “los atacantes van en camino de conseguir el segundo mayor año de su historia, al haber extorsionado al menos 449 millones 100 mil dólares hasta junio”. De continuar este ritmo, indica el documento, los delincuentes podrían obtener cerca de 900 millones de dólares como ganancia hacia finales de este año.
El informe señala que se observa una tendencia llamada “la caza mayor”, es decir, ataques de organizaciones grandes y con mucho dinero que parecen haberse recuperado tras una pausa en 2022 y también ha crecido el número de pequeños ataques exitosos. “Estamos viendo un crecimiento de los pagos por ransomware en ambos extremos del espectro”.
Este crecimiento en el monto de las ganancias por este tipo de extorsión ocurre a pesar de que muchas empresas se nieguen a pagar y por eso, los delincuentes han adoptado acciones más drásticas como acosar de manera individual a los empleados de las empresas para forzarlas a pagar.
“Está claro que el ecosistema del ransomware ha repuntado en 2023 tanto en términos de pago como de ataques con cifras récord de incidentes. Los datos son un recordatorio de que el ransomware sigue siendo una amenaza importante y que las empresas deben seguir reforzando sus procedimientos de ciberseguridad y copia de seguridad de datos para protegerse mejor”.
La compañía interpreta la caída en la mayoría de las ganancias ilícitas en el mundo de las criptomonedas (con excepción del ransomware), como evidencia de que los esfuerzos de los sectores público y privado están dando frutos, mientras las empresas de criptomonedas hacen lo suyo para proteger a los usuarios legítimos de los ataques, aunque persiste la necesidad evidente de mantenerse alertas en especial frente al ransomware.
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