Si bien al inicio del año el sector móvil mexicano creció a doble dígito en términos de ingresos generados por los operadores, existe un descontento generalizado por parte de los operadores distintos al preponderante, sobre la esquiva competencia y la inaplicación e ineficacia de la regulación asimétrica de preponderancia en México.
“La ineficacia de las medidas regulatorias vigentes para fomentar la competencia efectiva vulnera la sustentabilidad de las empresas y, consecuentemente, de la expansión, asequibilidad y mejora en la calidad de los servicios para los usuarios”, señala Carlos Roberto Hernández, analista de la consultora The CIU.
En su análisis “Telecomunicaciones Móviles al 1T-2023”, el especialista detalla que el segmento de telecomunicaciones móviles creció 11.1 por ciento, lo que refleja un nivel acumulado de ingresos en términos nominales de 81 mil 603 millones de pesos, durante el periodo enero-marzo.
Subraya que los motores de este dinamismo fueron el componente de comercialización de equipos móviles (18.2 por ciento) y el mayor uso y consumo de servicios (8.6 por ciento)
“Los resultados macroeconómicos y sectoriales de las telecomunicaciones al primer trimestre del año, sobre todo las móviles, se pueden resumir en términos de una cierta recuperación del dinamismo, con mejores perspectivas para el resto del año”.
No obstante, los escasos avances en torno a la competencia y los elevados costos del espectro radioeléctrico constituyen fuertes barreras para el desarrollo eficiente del mercado de telecomunicaciones móviles en México.
“Existe un descontento generalizado por parte de los operadores distintos al preponderante, sobre las condiciones competitivas que enfrentan. Esto se pudo identificar en las opiniones vertidas en la consulta pública realizada por el IFT sobre el impacto en términos de competencia de las medidas impuestas al agente económico preponderante en el sector de telecomunicaciones”.
En ella, los operadores móviles, analistas, empresas tecnológicas y demás especialistas refirieron que las condiciones de competencia en los servicios móviles y la dominancia del Agente Económico Preponderante en Telecomunicaciones (AEPT) no han mejorado desde la última revisión de preponderancia y que no existen suficientes condiciones competitivas en el mercado en México.
Al asegurar que además se encuentra en riesgo la sostenibilidad financiera de los operadores móviles competidores del AEP-T, el analista señala que prueba de ello es la transformación del modelo operativo de Telefónica, al tener que renunciar a su espectro, por su alto costo y acotada recuperación de márgenes bajo un escenario de falta de competencia.
“Más aún, recientemente AT&T anunció que no participará en ninguna licitación de espectro de 5G hasta que las condiciones competitivas del mercado mejoren. Así de preocupantes son los obstáculos que existen en el mercado móvil mexicano”.
El análisis subraya que la falta de competencia ha desincentivado que existan más ofertas competitivas, pero también inversiones; en conjunto, todo impacta directa y negativamente el bienestar de los consumidores mexicanos.
“Por lo que se enfatiza la necesidad de que el IFT cumpla con su mandato y reformule las reglas de la preponderancia para transitar a un mercado más equilibrado y competitivo. Para ello tiene una guía en la mayoría de las opiniones presentadas en la referida consulta”.
Al desagregar los ingresos del mercado móvil por operador, The CIU refiere que durante el primer trimestre del año Telcel, fijó este indicador en 57 mil 601 millones de pesos, cifra 9.7 por ciento mayor en su comparativo anual, resultando así en una concentración de 70.6 por ciento del total del mercado.
Esta dinámica fue resultado del incremento de 8.1 por ciento en los ingresos correspondientes a la comercialización de servicios y de 14.2 por ciento en el componente de equipos. “De acuerdo con el operador, el aumento en las ventas de equipamiento se debe, en parte, por la mayor oferta de alternativas de financiamiento y menor importación de equipos”.
Por su parte, AT&T registró un crecimiento anual de 19.7 por ciento, más del doble que Telcel, con ingresos equivalentes a 16 mil 516 millones de pesos (20.2 por ciento del total del mercado), atribuibles al incremento de 12.8 por ciento en el componente de servicios, al ser impulsado por la expansión de su base de clientes y el crecimiento significativo de 36.6 por ciento del componente de venta de equipos.
En el caso de Telefónica Movistar, la firma registró ingresos sólo 1.3 por ciento superiores en el primer trimestre del año, al generar 5 mil 963 millones de pesos, una contribución de 7.3 por ciento del total del segmento móvil. Esto al crecer 4.7 por ciento los ingresos provenientes de equipos y 0.2 por ciento los de la comercialización de servicios.
“De acuerdo con el operador, este crecimiento positivo deriva del incremento de la base de usuarios de pospago, que compensó la reducción de ingresos proveniente de la reducción de las tarifas de terminación de llamadas (interconexión)”.
En cuanto a los Operadores Móviles Virtuales (OMV), The CIU refiere que estos jugadores generaron en su conjunto un total de ingresos por mil 523 millones de pesos durante el periodo enero-marzo, cantidad que implica un crecimiento anual de 23.3 por ciento, como consecuencia de la ininterrumpida expansión en su base de usuarios, aunque en menor escala debido a la reducción anual del ingreso promedio por usuario.
C$T-GM