A menor competencia, menor beneficio para el consumidor.
La imposición de una cuota de contenidos locales en los catálogos de las plataformas Over-The-Top (OTT), lejos de incentivar la industria nacional, genera resultados negativos como, por ejemplo, una reducción de hasta el 10 por ciento en la producción audiovisual local, asegura el especialista Raúl Katz.
“En un contexto industrial donde los consumidores piden contenidos locales y la competencia está naturalmente basada en el lanzamiento de producciones nacionales, las cuotas tienden a incrementar los costos de producción, distorsionando el equilibrio de oferta y demanda, y llevando al sector audiovisual a reducir su inversión en el desarrollo de contenidos locales. Con lo anterior, se termina afectando el bienestar de los consumidores”.
En entrevista con ConsumoTIC, el director de Investigación de Estrategia Empresarial en el Instituto Columbia de Teleinformación en Columbia Business School, expuso que al aumentar los costos de producción, ciertas plataformas no tienen los recursos necesarios para seguir operando y terminan retirándose del mercado. A menor competencia, menor beneficio para el consumidor.
En opinión de Raúl Katz, si el objetivo es el desarrollo de contenidos audiovisuales locales, es fundamental ver cómo la mayor parte de países han introducido un paquete de medidas de estímulo orientadas al desarrollo de la industria audiovisual local.
Por ejemplo, el reembolso de una porción de los gastos de producción, el otorgamiento de financiamiento y la exención impositiva a ciertos gastos. “Estos incentivos, originalmente aplicables a las industrias cinematográfica, de TV abierta y TV por suscripción, se están extendiendo a las producciones para OTT”.
De acuerdo con la investigación “Cuotas o incentivos para el desarrollo de la producción audiovisual nacional: tendencias y análisis de impacto económico”, la imposición de una cuota de contenido de producción nacional en los catálogos de las plataformas OTT resulta en el incremento en los costos de producción.
Asimismo, causa una reducción en la oferta de contenidos que contienen un valor cultural, pérdida de diversidad de los mismos -en la medida de que los contenidos locales terminan siendo sesgados a un cierto género o a satisfacer necesidades particulares de ciertas audiencias-, y erosión general en la calidad del contenido. En otras palabras, en lugar de incentivarse la producción nacional, se obtienen resultados negativos.
Al final, el consumidor se ve afectado porque la diversidad, calidad y opciones de contenido, se ven reducidas. Al mismo tiempo, al aumentar los costos de producción, la plataforma OTT seguramente se vea forzada a incrementar los precios con lo cual nuevamente se afecta al consumidor.
“Realmente no vemos ganadores con una política de este estilo. Podría beneficiarse únicamente al titular de derechos de obras audiovisuales de producción nacional que podrían ser licenciadas nuevamente”, dijo el especialista en torno a la iniciativa legislativa que propone que 30 por ciento del contenido de las plataformas de streaming sea nacional.
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