Unión Europea, la región más consumidora del mundo.
La idea de que las cuotas de contenido en plataformas de streaming impulsarán automáticamente la producción cinematográfica local es utópica, pues reducen la experiencia de los consumidores y discriminan injustamente a las producciones extranjeras, efecto que ha quedado evidenciado en la legislación que el Parlamento Europeo aprobó en 2018, y que busca replicarse en México.
“México está debatiendo actualmente nuevas reglas que requerirían una cuota de contenido nacional del 15 por ciento (“contenido o video generado por un individuo o corporación con una mayoría de financiamiento de origen mexicano”). Sin embargo, esta iniciativa pasa por alto el hecho de que la Unión Europea es la mayor región consumidora del mundo”, sostiene Bill Wirtz, analista senior de políticas en el Consumer Choice Center (CCC).
Las sinergias obtenidas de un bloque económico del tamaño de la Unión Europea no son las mismas que las de un mercado individual, e incluso si la regulación de esa región permitiera que la producción de más de 40 países sea considerada para la cuota, la reacción en cadena amplifica los efectos dañinos en lugar de promover los llamados beneficios culturales.
Hace tres años, refiere el especialista del centro especializado en la defensa del consumidor basado en Washington, el Parlamento Europeo estableció una cuota de contenido local de 30 por ciento en canales de televisión y plataformas streaming “para aumentar la diversidad cultural y promover el contenido europeo”.
“Por un lado, los legisladores intervienen con la libertad de las empresas de radiodifusión de elegir su propio contenido. En la actualidad, eligen qué contenido consideran más interesante y valioso para su base de clientes. Es difícil imaginar que los servicios de streaming no tengan ningún valor en la creación de contenido local, dado que compiten con las emisoras de televisión que atienden a este mercado”.
Al tomar Netflix como un caso de estudio, Bill Wirtz, señala que los usuarios estadounidenses tienen acceso al 100 por ciento de los títulos de esta plataforma; sin embargo, a través de una combinación de reglas de derechos de autor que permiten el bloqueo geográfico y las cuotas de contenido, los suscriptores europeos de Netflix obtienen un trato “podrido”.
De todos los estados miembros de la Unión Europea, Lituania tiene acceso a la mayor parte con el 52 por ciento de los títulos. Con solo el 11 por ciento, Portugal obtiene la peor experiencia para los suscriptores.
“La idea de que las cuotas de contenido impulsarán automáticamente la producción cinematográfica local es utópica; es igualmente probable que los servicios de streaming reduzcan los títulos disponibles en general para igualar la cuota sin necesidad de gastar fondos adicionales”.
El analista sostiene que en términos políticos esta medida es “profundamente anti europea”. “¿sobre qué base podría alguien en la Unión Europea argumentar que consumir contenido audiovisual europeo es preferible de alguna manera a una película de Sudáfrica o una canción de Malasia?
“Sí, Estados Unidos domina los mercados del streaming con sus películas y su música. La pregunta es si nosotros, o cualquier otro país para el caso, tenemos razón al creer que el impulso de nuestro sector cultural ocurre si obligamos a las emisoras a favorecer nuestro contenido por ley”.
Bill Wirtz refiere que la Unión Europea es la región consumidora más importante del planeta; “en todo caso, debería ser más fácil para nuestros proveedores de contenido satisfacer la necesidad de música y películas locales”. Sobre todo, la legislación europea es con demasiada frecuencia el dominó que crea una reacción en cadena.
“Al final, los consumidores se quedarán con menos diversidad de contenido ya que los productores reducirían sus catálogos solo para cumplir con la regulación. Las cuotas de contenido reducen la experiencia de transmisión del consumidor, discriminan injustamente las producciones extranjeras y no logran los objetivos que se propusieron. Si tuviéramos la facultad de calificar las políticas públicas en una plataforma equivalente a IMDb, esto obtendría un 0.0 /10”.
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