En América Latina se estima que hacia el año 2030, la adopción de 5G alcanzará 57 por ciento, con una aceleración notable durante la segunda mitad de la década. En el caso de México, se advierte que el problema del alto costo del espectro es uno de los principales “obstáculos para el despliegue”, aunque la adopción de esta generación podría llegar hasta 62 por ciento, basado sobre todo en los casos de uso.
Así lo establece el informe “5G en América Latina. Liberando el potencial” de la GSMA, que señala que actualmente, esta tecnología apenas está disponible de manera comercial en un tercio de los países de la región y representa el 2.0 por ciento de las conexiones móviles de América Latina, aunque se anticipa que la adopción “se disparará hacia la segunda mitad de la presente década”.
La velocidad de adopción refleja el alto interés de los consumidores latinoamericanos -más del 60 por ciento expresaron intenciones de actualizarse- y el sentimiento positivo entre las empresas de la región, está en línea con el de mercados líderes como Estados Unidos.
Debido a que esta tecnología aumentará la productividad en términos generales (en especial en el segmento “negocio a negocio” o B2B, se espera que haya un incremento del 0.9 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) regional hacia 2030, equivalente a 60 mil millones de dólares.
En el caso de México, se estima que para 2030, la contribución económica de la 5G alcanzará 13 mil millones de dólares, equivalentes al 0.8 por ciento del PIB, con 87 millones de conexiones móviles 5G y una cobertura poblacional del 86 por ciento.
De acuerdo con este estudio, hacia finales de 2022 en México, el Agente Económico Preponderante en Telecomunicaciones (AEPT), es decir, Telmex y Telcel, cubría alrededor de 100 ciudades, mientras que “AT&T y Movistar, también ofrecen servicios comerciales 5G en México, aunque con presencia mucho más limitada”.
En el caso de México, el estudio insiste en que “los derechos anuales de uso del espectro son uno de los principales obstáculos para el despliegue 5G” y por ello los operadores y sus socios están cambiando el rumbo hacia el desarrollo de casos de uso de redes de quinta generación, como apuesta comercial.
De hecho, el reporte destaca la decisión del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) de crear un comité especializado para impulsar el desarrollo de casos de uso industriales de 5G, como opción ante el alto costo del espectro, que limita el crecimiento de esta tecnología.
A nivel regional, se espera que alrededor del 43 por ciento de los beneficios se generarán en el sector de los servicios y 29 por ciento tengan su origen en el sector de manufactura, impulsados por aplicaciones como fábricas y ciudades inteligentes.
En la era 5G los operadores están conscientes de que el segmento B2B representa la mejor oportunidad de ingresos y están trabajando para capitalizar las oportunidades. “Como en casi todo el mundo, los operadores regionales -a excepción de Brasil- completaron los primeros despliegues con la versión Non Stand Alone (5G NSA), que aprovecha equipos 5G New Radio (NR) para la conectividad y un núcleo de red 4G para la función de control”.
Por eso se prevé que en el futuro cercano el foco estará en migrar a la versión 5G, independiente o Stand Alone (5G SA), necesaria para ofrecer los beneficios diferenciales de esta tecnología, tales como latencia ultrabaja, compartición de red y soporte masivo de conexiones IoT.
Además, los operadores están invirtiendo en laboratorios 5G, (AT&T México ya tiene operando uno de ellos) asociados con la academia y otros actores del ecosistema digital para abordar necesidades específicas de diversas industrias y economías locales. La colaboración también juega un papel central en la exploración de redes 5G privadas, como en los casos de uso desarrollados en las industrias manufacturera y portuaria en Brasil, y minera en Colombia.
El reporte destaca el peso que las decisiones de los gobiernos tendrán para el éxito del 5G en América Latina. Si bien los servicios comerciales 5G fueron lanzados en ocho países de la región, solo tres (Brasil, Chile, República Dominicana) han completado asignaciones de espectro para este tipo de redes.
Para impulsar el despliegue, los operadores necesitan acceder a una mezcla de espectro adecuado (bandas bajas, medias y altas), en las cantidades necesarias, en el momento oportuno, y a precios y condiciones razonables. Las redes 5G requieren de un entorno más amplio de políticas apropiadas, incluyendo un régimen fiscal pro-inversión, modernización y simetría regulatoria, simplificación de las condiciones para el despliegue de infraestructura y diálogo público-privado.
C$T-GM