Produce problemas de concentración.
El síndrome de sueño insuficiente, que se presenta cuando las personas duermen poco debido al trabajo y a hábitos inadecuados como ver el celular o la televisión antes disponerse a descansar, es un padecimiento presente en 20 por ciento de la población mexicana.
Andrés Barrera Medina, especialista de la Clínica de Trastornos del Sueño de la Facultad de Medicina de la UNAM, explicó que este síndrome produce cansancio físico, problemas de atención y concentración, y dificultad para realizar tareas de precisión.
“Estas condiciones aumentan el riesgo de padecer trastornos psiquiátricos como depresión y ansiedad, de las que uno de los síntomas más comunes es la irritabilidad”.
El especialista subrayó que quienes trabajan horarios prolongados, nocturnos o tienen rotación de los mismos son los más afectados en el ritmo circadiano “aproximadamente 20 por ciento de estos individuos tendrán un desacoplamiento entre el reloj biológico y las necesidades del medio ambiente”.
Frente a ello, Barrera recomendó tener hábitos de sueño adecuados como acostarse y levantarse a una hora determinada; ocupar la cama para dormir y no para ver la televisión o el celular.
Asimismo, es sano evitar acostarse con preocupaciones; no ver el reloj durante la noche; limitar la ingesta de líquidos y bebidas estimulantes antes de dormir; tener actividad física durante el día o relajante como la meditación o el yoga antes de dormir.
Subrayó que no tener un sueño reparador, dormir poco o no hacerlo, afecta de manera negativa el rendimiento laboral, lo que se manifiesta en ausentismo y en el riesgo de tener más accidentes de trabajo, cuya consecuencia puede ser incluso una discapacidad permanente.
“Quienes tienen insomnio presentan alteraciones en la memoria verbal, es decir, aquella en donde se almacena información de números; las personas con apnea tienen problemas con la memoria alterativa, que son recuerdos de conocimientos adquiridos o personales.
En este último trastorno ocurren microdespertares que evitan que llegue suficiente oxígeno a los pulmones, al cerebro y al cuerpo, lo que impacta en el rendimiento laboral al día siguiente.
“No tener un sueño reparador genera ausentismo en el trabajo, que en individuos con alguno de estos trastornos es de 1.4 a dos veces más frecuente. Se estima que en Estados Unidos el costo de esta situación para el empleador es de 4 mil 800 dólares al año por trabajador”.
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