La capacitación a lo largo de la vida, especialmente en habilidades digitales para la población adulta, así como una mayor participación de las mujeres en el mercado laboral darán a México mayores oportunidades de avanzar con paso firme hacia una recuperación más rápida y sostenida de la crisis sanitaria por la pandemia del COVID-19.
De acuerdo con el Programa para la Evaluación Internacional de las Competencias de los Adultos (PIAAC) de la OCDE, sólo 10 por ciento de la población adulta en México alcanza un nivel avanzado de resolución de problemas usando tecnologías digitales, cuando en promedio esa cifra llega a 30 por ciento en los países integrantes de esta organización.
“Cuando hablamos de recuperación económica no se puede pasar por alto la necesidad de capacitar a la población adulta, de tal manera que los trabajadores adquieran las herramientas necesarias para adaptarse y progresar profesionalmente, ya que muchos de los trabajos que existen hoy en México no existirán en el futuro o requerirán una preparación y competencias distintas para ser ejecutadas”, advirtió El Iza Mohamedou.
La directora del Centro de Habilidades de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) destacó que la falta de competencias digitales tiene consecuencias directas, por ejemplo, en la capacidad de hacer teletrabajo, una actividad en la que México aparece comparativamente bajo, en especial entre aquellas naciones con menores niveles de educación.
Es por ello que el desafío que México enfrenta en materia de productividad, requiere de nuevas formas de aprovechar los talentos de la población, como el de las mujeres, que tienen escasa participación en el mercado laboral formal y al que también se suma la población adulta.
“Para hacer frente a la baja productividad y a las megatendencias globales, las políticas de desarrollo de capital humano jugarán un rol central. Por un lado, México necesita seguir invirtiendo y mejorando la calidad en todos sus niveles y a la vez brindar mayor apoyo y oportunidades para que la población pueda capacitarse a lo largo de la vida”.
Esa capacitación “a lo largo de la vida” es muy importante, enfatizó al participar en el 4º Foro OCDE: Construyendo una recuperación resiliente POS COVID-19, porque el mercado laboral se está transformando cada día, y tanto los alumnos que están preparándose para salir a ese mercado como los adultos tendrán que seguir reforzando sus aprendizajes.
“Lamentablemente, muchos trabajadores mexicanos carecen de oportunidades de formación y capacitación. El nivel de participación en actividades de formación y capacitación es bajo, en especial en las Micro y Pequeñas Empresas, que son las que crean la gran mayoría de los puestos de trabajo en México”.
Y aunque la población del mercado mexicano es aún joven, refirió que se estima que la proporción de adultos mayores aumentará significativamente en las próximas décadas, lo cual implicará una reducción significativa de la fuerza de trabajo.
“Es urgente promover el acceso a oportunidades formativas de calidad en todos los niveles y utilizar mejor los talentos especialmente los de las mujeres… El bajo nivel de participación femenina en el mercado laboral formal representa una gran pérdida de productividad para México, que sin duda requiere atención”.
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