Gratuidad de la información otro desafío.
La transversalidad de las tecnologías es ilimitada, su presencia ha modificado lo mismo áreas productivas que de la salud, la educación o incluso la relación sociedad y gobierno, por lo que no sorprende que el mundo de los medios de comunicación enfrente también un cambio disruptivo donde las empresas periodísticas dejaron de tener el monopolio de la información, para competir con las redes sociales y los «influencers», que han logrado fraccionar las audiencias que buscan confianza y credibilidad.
Para Ulises Castellanos Herrera, académico de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, es a partir de la gratuidad como se puede explicar en parte el surgimiento de nuevos medios de comunicación que ofrecen más materiales y de mayor calidad, con la diferencia que estos contenidos no se ofertan a cambio de dinero, «sino de tiempo»; el tiempo necesario que prestar atención al escaparate de la publicidad.
“La era dorada de los medios masivos de comunicación comienza a declinar y está siendo reemplazada por un ambiente donde los lectores y consumidores serán mucho más exigentes, y ya no estarán dispuestos a pagar por contenidos que no desean. Sólo porque (a) otros dos o tres lectores del mismo medio les resulta interesante no nos van a comprar el resto del producto”, aseguró el catedrático.
En su opinión, los usuarios de los medios de comunicación, lectores y audiencias están dispuestos a darle un tiempo a la información, pero abandonando su pasividad, porque en muchos casos, estos mismos consumidores de la información buscan convertirse en productores de contenidos y competir con los periodistas, y por supuesto con los medios tradicionales.
“El reto de hoy se resume en dos puntos críticos: la gratuidad de la información creciente en Internet, y el hecho de que la publicidad migra hacia otros soportes; y si bien la tendencia no es aún dramática en México, ahí está y de nada sirve el subestimar los cambios; los medios tradicionales deberían tomarlo en serio», precisó Castellanos.
Resaltó que no son pocos los medios que en México aún debaten viejos problemas y cometen los mismos errores, dejando de lado la importante tarea de integrar nuevas estrategias, planificación, control de gestión y liderazgo, de incorporar valor y valores, elementos todos hoy ausentes o con avances muy lentos en la mayoría de las redacciones, principalmente por la dificultad de eliminar antiguos prejuicios que se resisten a morir.
En la actualidad, la fidelidad de los lectores es un trabajo que debe ganarse cada día y casi en tiempo real, porque la relación actual entre el emisor y el receptor, como la enseñaron en las universidades se ha tornado horizontal y a veces hasta intercambiable.
Para Castellanos Herrera este nuevo ecosistema, aún con el cáncer de las fakenews (noticias falsas), ha sido capaz de arrebatar a los medios tradicionales el monopolio de la información y una buena cantidad de lectores y audiencias; sin embargo, también es la oportunidad para que los periodistas profesionales y sus empresas marquen una diferencia.
“Esta puede ser la última oportunidad para todos nosotros. Si no se alinean todas las fortalezas de una empresa periodística en función de un periodismo para el siglo XXI, en el marco de un país renovado políticamente, en medio de un contexto de violencia generalizada y nuestro nuevo aire democrático, no tendremos futuro”, advirtió.
C$T-EVP