Bajo el principio de que la tecnología tiene que estar al servicio de los negocios y no al revés, las empresas deben tener claro que más allá de tendencias o modas, lo principal es saber hacia dónde se quiere llevar el negocio y para qué, pues sólo a partir de ello se podrá tomar la decisión de cuál tecnología se debe de usar para lograr los fines propuestos.
De hecho, el desarrollo actual de la tecnología es tan amplio y variado, que ya hay soluciones para empresas pequeñas, medianas o grandes, a través de una gama enorme de opciones, como software de código abierto, aplicaciones, programas y tecnologías diversas que funcionan muy bien para diferentes escenarios, si bien lo principal es preguntarse en qué beneficia tal o cual tecnología al negocio y ser capaces de medir si los resultados se ajustan con las metas.
De ahí que Pablo Gómez, director ejecutivo de Axity, empresa especializada en transformación digital, señaló en entrevista con ConsumoTIC, que a pesar de las enormes ventajas y gran popularidad de la que goza la Inteligencia Artificial (IA), antes de aplicarla en una solución empresarial, lo importante es preguntarse para qué se va a usar y contar con las herramientas para medir si esos objetivos se logran o no.
No obstante, en un mundo de vertiginoso cambio, lo que sí es importante es implementar la transformación digital de cada institución, sin importar su tamaño, porque de lo contrario se está destinado a desaparecer.
Esto implica elegir las herramientas que se quieren usar de una forma estratégica. “No porque la Inteligencia Artificial Generativa esté de moda gracias a que Chat GPT la puso en manos de cualquier persona, ésta deba ser necesariamente la solución que use cualquier empresa para todos sus procesos”.
En efecto, se trata de una herramienta muy poderosa, capaz de ayudar a las empresas a tomar decisiones eficientes, si bien sólo el 7.0 por ciento de las empresas la utilizan para tomar decisiones estratégicas.
Al respecto, Pablo Gómez dijo que si bien las grandes empresas generan mucha información que pueden utilizar para alimentar modelos de IA que les permitan mejorar sus procesos, las pequeñas y medianas empresas no tienen por qué quedar necesariamente excluidas de los beneficios de usar esta tecnología.
Hay data pública disponible que les puede ayudar a eficientar sus procesos y mejorar su posicionamiento de mercado, siempre que se sepa cómo programar la herramienta para ello y de ahí la importancia de tomarse el tiempo para recibir asesoría sobre qué tecnología usar, teniendo en cuenta que el propósito es lo más importante.
Reconoció que todavía hay mucho por hacer en materia de transformación digital de las empresas en México en general, porque ni la cobertura ni la adopción tecnológica corren a la par, pero la propia velocidad a la que avanza la tecnología obliga a los empresarios a cambiar. “No puedo imaginarme ninguna industria que no necesite la adopción de tecnología; quien no se suba al barco se va a quedar”, advirtió.
Insistió en que lo importante es tener un panorama amplio, pues además de la Inteligencia Artificial –que es la tecnología de moda–, hay muchas otras tecnologías que se pueden aplicar para generar soluciones útiles a las empresas en temas como ciberseguridad, alojamiento en la nube, infraestructura, servicios, aplicaciones y otros temas.
En todo caso, adoptar una u otra siempre debe de pasar por la pregunta: “¿Para qué quieres adoptar esta tecnología? y la respuesta debe relacionarse con objetivos que se puedan medir para saber si beneficia o no al negocio.
Respecto a la adopción de tecnología por parte del sector público, confió en que poco a poco se entienda la creciente necesidad de la adopción y puso como ejemplo el sector médico, donde simplemente la telemedicina (que es apenas una parte de todo ese universo), ayudaría a atender a un mayor número de pacientes con los escasos recursos humanos que hay disponibles.
C$T-GM