Crisis sanitaria aceleró transformación digital.
Con un sorprendente crecimiento de 740 por ciento desde que inició la pandemia, la implementación de LegalTech (tecnología legal) y contratos digitales, es una realidad en cada vez más empresas y sectores productivos que se vieron obligados a dejar atrás prácticas que involucran procesos tradicionales como el uso de papel.
Tener la oportunidad de reducir el tiempo de firma de un contrato, obtener el control desde la creación, edición, revisión y firma del mismo, sin tener que pasar por decenas de correos, además de tener un ahorro significativo en papelería, son algunos de los beneficios que han visualizado tanto los usuarios como las empresas en el uso de los denominados contratos inteligentes, asegura afirma Ignacio Bermeo, CEO & Fundador de TRATO.
“En este último año, el mundo jurídico vio la urgencia por moverse a un nuevo espacio transaccional, una nueva forma de plantear estrategias que le den legalidad y seguridad a las operaciones, y sobre todo, dejar atrás las viejas ideas que requerían semanas de negociaciones y firmas de contratos en papel, porque no solo no es una necesidad, sino que también es riesgoso”.
Aunque a simple vista, la única diferencia entre un contrato electrónico y uno físico es el formato digital, este tipo de documento es mucho más complejo pues se trata de un mensaje de datos que gracias a un CLM (Contract Lifecycle Management), se almacena en el interior de una cadena de bloques en el Sistema Blockchain.
Consecuentemente, explica el especialista, la existencia del comercio electrónico, el mensaje de datos y los CLM permiten que la gestión de los contratos electrónicos sea sencilla y eficaz, incluso que el usuario puede cargar su repositorio de contratos digitales desde cualquier dispositivo.
En el contexto jurídico mexicano, explica Bermeo, los participantes del derecho tienden a mantener el status quo, escépticos de lo útil que representa la implementación del uso de la tecnología en la práctica del día a día de los abogados.
La pandemia aceleró la capacidad de innovación en los procesos comerciales motivada no solo por lo regulado en el derecho mexicano, sino también por la transformación digital que hoy está ocurriendo en todos los ámbitos.
“Implementar tecnología legal para realizar tareas que antes requerían de mucho tiempo y reuniones presenciales, es el camino más inteligente para empezar a hacer negocios en este futuro al que nos enfrentamos. Incluir la firma electrónica en ellos, da la certeza que necesitamos”, subrayó el directivo de la firma especializada en el proceso de creación y gestión de contratos a través del uso de inteligencia artificial, Blockchain y Big Data.
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