En julio de 2024, México vivirá “la madre de todas las elecciones” con la definición de 20 mil puestos de elección popular, un proceso histórico que se realizará en un momento complejo marcado por el debilitamiento de las democracias y el riesgo latente que representa el uso de tecnologías como la inteligencia artificial para desinformar, manipular a los votantes, generar discursos de odio y polarizar a la sociedad.
“Hoy la gente vota más por emociones que por razones y las emociones son manipulables y alterables, y en esa megatendencia que es el debilitamiento de las democracias, la concentración de tantos procesos electorales coincide con la irrupción de esta tecnología poderosísima que tiene nuevas capacidades, no sólo de procesamiento, sino de creación y alteración de contenidos”, sostuvo Gustavo Madero, senador de la República.
En el primer conversatorio: “Impacto y retos del uso de Inteligencia Artificial en Procesos Electorales”, realizado en el Senado de la República, el legislador subrayó que la nueva generación tecnológico abre una riesgosa posibilidad de influir y manipular los ánimos generales de una población para votar en un sentido u otro.
“Parecerá una caricatura el Cambridge Analytics que permitió el triunfo de Donald Trump o de lo que fue el Brexit, alimentando los temores, los odios y es ahí donde tenemos que ser muy conscientes de los riesgos y de la conjunción de estos tres elementos: 20 mil puestos de elección popular que se deciden en un sólo día, debilitamiento de las democracias y la capacidad de la tecnología de influir en los estados de ánimo y de generar confusión y hastío”.
Para dimensionar el poder y los riesgos inherentes al uso de la Inteligencia Artificial (IA) en la política, la senadora de la República, Alejandra Lagunes, puso como ejemplo las elecciones presidenciales de Francia 2022.
En este proceso, refirió, la ciudadanía francesa fue sometida al empleo de las deepfakes, una avanzada tecnología de IA que permite alterar o crear contenido audiovisual altamente realista mediante técnicas de aprendizaje profundo, haciendo que parezca que una persona dice o hace algo que en realidad nunca sucedió, sin embargo, su verdadero riesgo radica en lo difícil que puede ser identificar lo real de lo falso.
“En uno de los videos virales se mostraba a Macron insultando a los votantes de Le Pen, era un contenido falso creado por hackers utilizando deepfakes para alterar el discurso. Este video compartido millones de veces generó una oleada de indignación entre los votantes. Por otro lado, un video manipulado y también compartido millones de veces mostraba a Le Pen apoyando la pena de muerte causando gran alarma entre aquellos opuestos a esta postura”.
Estos incidentes, expuso la legisladora, no sólo cambiaron el curso de la discusión política, sino que además plantearon preguntas fundamentales sobre la transparencia, la ética y la fiabilidad de la información en la era de la inteligencia artificial.
El 2024 será un año clave a nivel global: Más de la mitad de la población, es decir, 4 mil millones de personas saldrán a votar por algún cargo de elección popular, de las cuales 2 mil millones de personas lo harán para elegir presidente. “Este hecho destaca la magnitud del impacto que la tecnología, especialmente de la inteligencia artificial, puede tener en los procesos democráticos globales”.
En México, se contaba con casi 100 millones de ciudadanos inscritos en el padrón electoral el 30 de noviembre de 2023 y más de 97 millones en la lista nominal, lo cual no sólo refleja una participación cívica activa, sino también un alto compromiso democrático de la población.
“Durante el proceso electoral federal 2023-2024, organizado por el Instituto Federal Electoral, México enfrentará un momento decisivo en su historia democrática. Se elegirán cargos nacionales críticos y será la elección más grande de la historia de nuestro país”.
Este proceso se dará en un contexto muy particular en materia de innovación, uso y adopción de herramientas de Inteligencia Artificial Generativa (IAG), como el ampliamente conocido Chat GPT que alcanzó 100 millones de usuarios en sólo dos meses.
Este año fue sin duda un parteaguas en materia de IAG 2023, pues a nivel global esta tecnología captó inversiones superiores a los 36 billones de dólares, lo cual se suma a un claro interés en el mercado que se evidencia en que dos tercios de las 500 principales compañías en Estados Unidos están buscando especialistas en IA.
“En este panorama enfrentamos ventajas y desventajas, la inteligencia artificial puede enriquecer el debate político y promover una democracia participativa mediante mejor acceso a la información, mejor segmentación, así como un mejor entendimiento y de manera más profunda, las necesidades de los ciudadanos. Este acceso puede traducirse en un debate público más enriquecedor fomentando la igualdad y la inclusión”.
Desde la perspectiva de la senadora Lagunes, la inteligencia artificial utilizada de manera efectiva se convierte en una herramienta valiosa para promover la democracia participativa, especialmente a través de las plataformas de redes sociales y otras plataformas digitales.
“Para los políticos, la inteligencia artificial abre nuevas vías de comunicación permitiendo interacciones personalizadas y perfilamientos, entendiendo necesidades muy concretas de ciertos segmentos de la población”.
Además, herramientas basadas en inteligencia artificial pueden ser fundamentales en la lucha contra la desinformación ayudando a detectar y señalar contenidos falsos para preservar la integridad de la información.
Sin embargo, la veracidad de la información es un desafío crítico y existe el riesgo de que la inteligencia artificial sea empleada para manipular electoralmente a los votantes, generando discursos de odio, polarizando a la población e influyendo en el proceso democrático de México.
Es sumamente necesario observar que el ritmo es lento en la legislación y en la regulación en materia electoral, comparado con el rápido desarrollo de la inteligencia artificial, lo cual requiere una colaboración sin precedentes entre todos los actores.
“Estos desafíos nos hacen estar aquí sentados y nos obligan a trabajar de manera colaborativa, con la industria, los medios de comunicación, la academia y el Legislativo para poder detectar e informar de manera oportuna a la ciudadanía sobre contenidos falsos generados por inteligencia artificial. Las campañas de educación y concientización serán vitales y cruciales para empoderar a los ciudadanos”.
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