Los gobiernos de todos los países deben encontrar las mejores formas para regular el uso de la Inteligencia Artificial (IA) e incluso alcanzar acuerdos internacionales para garantizar su mejor aplicación, así lo propuso Jaroslaw Kutylowski, fundador de la empresa de traducciones en línea DeepL, tras asegurar que esta tecnología es una poderosa herramienta que puede ayudar al progreso humano, pero al mismo tiempo, implica riesgos.
Reunido con medios de comunicación en forma virtual desde Alemania, el ejecutivo anunció sus planes de
crecimiento en el mercado mexicano, y destacó que si bien la IA parece estar en boga últimamente, es necesario acostumbrarse a esta tecnología que estará presente en la vida de los usuarios digitales, porque “llegó para quedarse”.
Se debe entender que la IA es una herramienta que está aquí para ayudar a las personas a realizar procesos repetitivos, manejar formidables cantidades de información, memorizar enormes bancos de datos e incluso seguir procesos de aprendizaje por sí sola, pero recomendó «no entrar ciegamente a ella”, porque al mismo tiempo su uso representa ciertos riesgos.
Por ejemplo, si los datos con que se alimenta alguna aplicación de IA son incorrectos o están mal planteados, se pueden producir efectos indeseables y como esos sistemas son fácilmente escalables y replicables, si una persona comete un error, éste se puede reproducir a escalas mucho mayores y esto puede “traer muchas complicaciones”, por lo cual es necesaria que las autoridades competentes impulsen una regulación.
Las sociedades deben empujar para que se cree tal regulación, y cada país designar a las personas correctas para crear dicha normatividad, la que debe originarse desde los gobiernos, quienes a su vez deben escalar la
discusión a nivel global, para llegar a acuerdos internacionales, pues recordó que la inteligencia artificial “no es biológica y (por lo tanto) no comparte nuestros valores”.
Jaroslaw Kutylowski recordó que en Europa existe mucha conciencia tanto a nivel de ciudadanos como de Estados nacionales, sobre la importancia de preservar la privacidad y la seguridad de los datos de las personas, que podrían estar en riesgo, por ejemplo, si las redes neuronales que utilizan a alguna persona; no son lo bastante seguras, porque por ahí se puede fugar información relevante.
Como directivo de una empresa que utiliza la tecnología como base, indicó que ésta debe entenderse como una herramienta que libere al ser humano de tareas que le quitan tiempo, cómo analizar enormes volúmenes de información o bien para apoyarlos en tareas que al cerebro le llevan mucho más tiempo; pero la responsabilidad de la persona es utilizar ese tiempo del que es liberado, para hacer lo que mejor hace el cerebro: transformar su entorno y crear una nueva realidad, basado en los mejores valores humanos.
De ahí la importancia de entender que la inteligencia artificial es una herramienta más, que debe usarse de manera responsable y cómo esta tecnología ya está en distintas áreas de la vida cotidiana de las personas, “tendremos que ser más hábiles a la hora de medir su calidad y cómo definir lo que le pedimos que haga por nosotros”.
Ejemplificó con el caso de su propia empresa DeepL, que realiza traducciones en todo el mundo para las empresas más diversas. Por ejemplo, tienen un cliente que es una firma de abogados muy relevante en Nueva York, que utiliza sus servicios para la traducción de demandas multimillonarias y si esa información se llega a filtrar, sería muy delicado.
Por lo tanto, este traductor instantáneo elimina los documentos inmediatamente después de usarse, para evitar que queden registrados en redes neuronales, las cuales, si no están bien protegidas, pueden provocar fugas de información incluso cuando sean utilizadas colateralmente y sin saberlo, por personas que están usando otras redes neuronales distintas.
Respecto a la relevancia del mercado mexicano, dijo que, como en todo el mundo, las traducciones son muy importantes en este mundo global, pero particularmente, México es un mercado relevante por su cercanía con Estados Unidos y su fuerte interrelación comercial, política y económica, que implica la necesidad de las empresas de expresarse de manera impecable en inglés.
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