El ambiente violento que se vive en las redes sociales es una problemática que tiene que ser combatida tanto por las plataformas como por los propios usuarios, educando a las niñas y niños para que adopten una cultura de la paz y ésta se traslade a las interacciones mediadas por la tecnología.
Tanto adultos como infantes están expuestos permanentemente a la violencia y a mensajes de odio en las diferentes plataformas, pero la tecnología no es violenta ni promueve la violencia, son las personas las que lo hacen con sus decisiones, subrayó Silvina Tantone, especialista en educación y nuevas tecnologías en Argentina Cibersegura.
En el seminario web “Reflexionemos sobre la violencia digital», promovido como parte del programa Digipadres de ESET, aclaró que “sí hay algunas características de la comunicación mediada por tecnologías digitales que favorecen la escalada de violencia, o que las personas tengan más posibilidades de seguir actuando y potenciarse”.
La distancia física, el anonimato, con la posibilidad de crear identidades falsas; la intervención de bots y trolls, generando conflictos, así como contenido dañino que circula en la red, como los “deep fakes” que nos dividen más como personas crean las “condiciones para que las personas violentas puedan dejar fluir más violencia”.
En general se olvida que del otro lado de la pantalla hay otra persona, pues de manera presencial cualquier tema se puede debatir de manera diferente a lo que sucede en el caso de las interacciones digitales.
Por ello, recalcó que es importante tratar de participar en la construcción de los vínculos más saludables, más pacíficos, pues incluso un meme puede llevar implícito un mensaje que podría ser interpretado de diferente manera y afectar a alguna persona, más aún si se pasa en un ambiente o chat grupal.
En una discusión, advirtió, el testigo silencioso adquiere un rol preponderante en el tema de las violencias sutiles. Es decir, de qué manera sale a convalidar o no los mensajes violentos, a regular la comunicación en el entorno en el que participa, o de qué manera le ayuda a la persona que está en desventaja.
Enfatizó la responsabilidad de acompañar a los niños y las niñas, promoviendo la correcta conexión entre personas; enseñándoles a defenderse, pero también contribuir de alguna manera a la resolución pacífica de conflictos, desde lo chiquito y de lo cotidiano, a reflexionar antes de actuar ante la inmediatez que impone muchas veces la interacción en internet.
“Lo que proclamamos desde Argentina Cibersegura es tomar un tiempo para postear con la responsabilidad que esto implica, teniendo en cuenta que movernos en ambientes que nos hacen bien, también promueve el bienestar en general”.
Es necesario contribuir a la cultura de la paz, promover el bienestar digital, interactuar en entornos saludables y “hacernos responsables de nuestras acciones en internet”, subrayó la experta.
De acuerdo con un estudio de UNICEF del 2019, más de un tercio de los jóvenes en 30 países informan ser víctimas de bullying online. Aproximadamente 32 por ciento de los encuestados cree que los gobiernos deberían ser responsables de poner fin al cyberbullying; 31 por ciento, los propios jóvenes; y el 29 por ciento las empresas de Internet.
En el webinar, Martina López, especialista en seguridad informática en ESET Latinoamérica, recomendó usar las herramientas que proveen las propias plataformas para proteger la privacidad; para bloquear o poner filtros de palabras y no darle “audiencia” a los mensajes agresivos o al hostigamiento en el entorno digital, así como reportar conductas delictivas.
Las plataformas realizan reportes de transparencia respecto a las interacciones y cancelaciones de cuentas. Este año, refirió, se han dado 7.9 millones de piezas de contenido sancionados por incurrir en bullying y acoso en el segundo trimestre, cifra similar a la registrada en el primer trimestre del 2021.
Indicó que según el reporte más reciente de Twitter, los motivos por los que se cerraron cuentas en el 2020, detectadas por sus algoritmos, fue por conductas de odio, seguidas por acoso/abuso, explotación sexual infantil, contenido sensible, suplantación de identidad.
Asimismo, se cancelaron otras por promoción de suicidio/autolesiones, terrorismo/extremismo, productos/servicios ilegales, violencia, divulgación de información privada, desnudez no consentida, integridad cívica y desinformación por COVID-19.
ESET, compañía de soluciones antivirus y seguridad, desde el 2012 puso en marcha la iniciativa Digipadres como parte de su estrategia para educar, aconsejar e informar a la comunidad para que pueda disfrutar de la tecnología de forma segura.
A través de este programa distribuye guías, informes e infografías, realiza webinars educativos, encuestas, charlas y capacitaciones para adolescentes, maestros, maestras y padres y madres de familia.
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