El Oversight Board de Facebook o Junta de Supervisión de Facebook, la cual analiza los contenidos de esta red social, hizo nuevas recomendaciones para evitar que los usuarios sean víctimas de “doxing”, es decir que pueda revelarse información residencial privada, incluso cuando se considere “disponible públicamente”, pues esto puede tener consecuencias negativas como acoso u hostigamiento.
Al emitir su primera opinión consultiva de política sobre el intercambio de información residencial privada de Facebook e Instagram, la instancia hizo 17 recomendaciones sobre política de contenido, cumplimiento y transparencia, con el fin de proteger a los usuarios a la vez que se busca defender la libertad de expresión.
La empresa ahora denominada Meta, expuso la Junta, solicitó el año pasado un dictamen consultivo sobre el uso compartido de direcciones e imágenes residenciales privadas, y los contextos en los que esta información puede publicarse en Facebook e Instagram.
De acuerdo con la política sobre privacidad existente, la dirección de una persona publicada por al menos cinco medios de comunicación a través de cobertura de noticias o conocida por expedientes judiciales o comunicados deja de ser información privada, lo que significa que se puede publicar en Facebook e Instagram.
Meta consideró esto como una cuestión difícil, pues si bien el acceso a dicha información puede ser relevante para el periodismo y el activismo cívico, exponerla sin consentimiento “puede crear un riesgo para la seguridad de los residentes y vulnerar la privacidad de una persona.”
La solicitud de Meta, expuso, señalaba varios perjuicios potenciales relacionados con la divulgación de información personal, incluidas las direcciones residenciales y las imágenes, entre ellos el “doxing”, cuando se revela en línea información que puede identificar a alguien, y que puede tener consecuencias negativas como el acoso o el hostigamiento.
La Junta coincidió en que el hecho de compartir direcciones e imágenes residenciales privadas representa una violación potencialmente grave del derecho a la intimidad, tanto para las personas que utilizan Facebook e Instagram como para las que no lo hacen.
“Una vez que esta información se comparte, los daños que pueden resultar, como el doxing, son difíciles de remediar. Los daños resultantes del doxing afectan de manera desproporcionada a grupos como las mujeres, los niños y las personas LGBTQIA+, y pueden incluir angustia emocional, pérdida de empleo e incluso daño físico o muerte”.
Por ello, propuso eliminar la excepción de “disponible públicamente” para compartir tanto las direcciones residenciales privadas como las imágenes que cumplan ciertos criterios.
Planteó también permitir que se compartan las direcciones residenciales privadas cuando las publique el propio usuario afectado o cuando el usuario consienta su publicación; sin embargo por defecto, debe considerarse que los usuarios no han dado ese consentimiento.
Asimismo, recomendó crear un canal de comunicación específico para víctimas de doxing, al que Meta responda rápidamente y que esté disponible para personas dentro y fuera de las plataformas de Meta.
Otra de las recomendaciones es que se consideren como graves las violaciones a su política de la privacidad y suspenda de inmediato las cuentas de los usuarios cuando el intercambio de información residencial privada esté claramente relacionado con una acción maliciosa que genere riesgo de violencia o acoso.
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