«Nada debe dejar de funcionar, aunque algo falle».
El próximo domingo 1 de julio, más de 89.1 millones de mexicanos podrán votar para elegir un total de 18 mil candidatos, a sus representantes y servidores públicos; lo que convierte estos comicios en uno de los más grandes de la historia del país.
«Pero ¿qué hace posible que todo este proceso electoral suceda? Una de las frases clave tendría que ser las Tecnologías de la Información (TI), las cuales llegaron para quedarse en las elecciones, tanto en el inicio y la contienda, como en los resultados», opina Alberto Llavot, gerente de Preventa y Desarrollo de Negocios para Schneider Electric en México y Centroamérica.
Para el ejecutivo, es claro que ninguno de los actores involucrados en la organización de una elección puede darse el lujo de dejar a la casualidad o a una infraestructura no confiable, un proceso tan complejo y de repercusiones tan importantes.
En ese sentido, las elecciones, además de ser un suceso democrático, son una prueba de fuego para las tecnologías de la información, la disponibilidad de operación, las IoT, la calidad de la energía, el monitoreo y el control.
El rol de las TI en un proceso electoral está presente en elementos clave como las encuestas, pues son herramientas estadísticas y de proyección de resultados que albergan una gran cantidad de datos que son procesados en servidores de TI de alta capacidad, y cuyo flujo de resultados demanda disponibilidad de información 24 horas al día, en tiempo real.
«Eso significa que si hubiera una interrupción eléctrica se perdería información irrecuperable, o que la proyección de resultados tendría un alto grado de error».
La infraestructura de TI que las casas de encuestas necesitan, refirió el especialista, abarca un centro de datos y varios site regionales (salas donde se encuentran los servidores) que demandan sistemas de alimentación ininterrumpido o UPS que puedan proporcionar energía eléctrica por un tiempo ilimitado a todos los dispositivos que tengan conectados.
«Pero eso no es todo, para que toda esa infraestructura sea funcional, también se necesita de un ambiente adecuado a esa tecnología. Hablamos de la importancia de contar con aires acondicionados precisos que aseguren el nivel de operación óptimo y el procesamiento eficiente para que todo el análisis de información se termine en tiempo y así, sepamos qué candidato lleva la delantera en la opinión pública».
El 1 de julio, después de que se cierren las casillas en punto de las 18:00 horas, comenzará el escrutinio y cómputo de votos. Dos horas después, a las 20:00 horas, arrancará el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP), un sistema cuyo objetivo es trabajar con las actas de escrutinio y cómputo ya recabadas por los Centros de Acopio y Transmisión de Datos (CEDAT).
Mediante ambas plataformas se darán a conocer los resultados preliminares de la elección, previos al inicio del cómputo distrital, es decir, el conteo final de los votos.
«Habiendo dicho esto, ¿pueden imaginar que un distrito regional se quede sin luz en pleno conteo de votos?, ¿que el sistema de resultados preliminar falle? o ¿que la red de internet no pueda transmitir información? Simplemente sería un escenario catastrófico».
En opinión de Alberto Llavot, la jornada electoral es uno de los retos tecnológicos más importantes para los países, pues todo tiene que operar a la perfección y se debe contar con la infraestructura necesaria para que nada deje de funcionar, aunque algo falle.
Ello hace que las TI sean el verdadero protagonista de las elecciones pues no son cientos, sino miles de interruptores, servidores, escáneres, almacenadores, entre otros, los que participan en todo el proceso electoral.
Tener un UPS confiable para estos equipos y poder gestionarlo, definitivamente no es cosa de juego. Si un censo de población ya es exigente, una elección es más complicada, ya que en muy poco tiempo se debe procesar sin errores, una enorme cantidad de información».
En países como Bélgica y Brasil, en donde las casillas electrónicas ya se usan parcial o totalmente, no solo es fundamental lo previamente apuntado, sino que también se debe sumar la necesidad del Internet de las cosas (IoT), en donde la confiabilidad y disponibilidad deben ser aún más exigentes.
C$T-GM