Convertir dinero “sucio” en “limpio” es una de las actividades más redituables para las estructuras criminales, y es en la dark web donde este tipo de servicios se están comercializando con mucho éxito, pues la ciberdelincuencia ha logrado darle la vuelta a tecnologías como el blockchain.
“Los servicios de lavandería de Bitcoin, también llamados Bitcoin Mixers, son cada vez más populares. Dado que la cadena de bloques (blockchain) que almacena las transacciones en bitcoins es pública y rastreable, las lavanderías ofrecen realizar numerosas pequeñas transacciones entre el dinero ‘sucio’ y dinero ‘limpio’ de sus reservas”, refiere ESET.
La firma de seguridad informática explica que de esta manera se pierde la trazabilidad y continuidad de las transacciones, logrando mayor privacidad y dificultando el rastreo del dinero.
Y es que en estos servicios, el usuario abona 0.5 por ciento del monto a blanquear, más un pequeño extra por cada dirección de destino en la que se depositará el dinero limpio; incluso ofrecen un servicio de demora en las transacciones mediante el agregado de mayor número de confirmaciones. De esta manera, a mayor retraso más complicado resulta rastrear la transacción.
ESET refiere que de acuerdo con un estudio realizado por Ventures, el cibercrimen le costará al mundo alrededor de 8 trillones de dólares durante el año 2023, es decir, 25 por ciento más que en 2021.
Las mayores ganancias de estos grupos organizados provienen de la venta de productos y servicios en la dark web, como por ejemplo, la venta de información robada, que en la mayoría de los casos se oferta en paquetes de a cientos de datos, salvo que se trate de credenciales cotizadas como las internas de alguna organización.
“El cibercriminal genera una identidad falsa, que incluye correo electrónico, contraseña, dirección, documento de identidad y hasta números de seguro social o empadronamiento”.
Existe la posibilidad de comprar cuentas creadas de manera masiva, para así poder controlarlas y, por ejemplo, inflar los seguidores o difundir algún contenido propio del comprador en alguna plataforma en particular.
También se venden cuentas de Amazon, Paypal y otros servicios de pago online por un valor aproximado del 10 por ciento del saldo disponible en la cuenta. Además, en otro sitio, se comercializan las tarjetas de débito y crédito obtenidas a través de engaños como el Phishing. El valor va desde los 15 a los 40 dólares dependiendo del país de emisión, el tipo de tarjeta y el saldo disponible para su uso.
“El cibercrimen es hoy una industria millonaria en expansión y es algo que tanto empresas como usuarios finales deben tener en cuenta. La información de cualquier individuo tiene valor y es comercializada en el mercado negro, así como también la de grandes empresas”, puntualiza Camilo Gutiérrez Amaya, Jefe del Laboratorio de Investigación de ESET Latinoamérica.
Es así que conocer la industria del cibercrimen y el modo en que se manejan estos grupos criminales permite ser más conscientes y mejorar las herramientas de protección, pues cualquiera puede ser víctima de un ataque informático o una infección de malware, por lo que contar con las medidas de seguridad básicas como un antivirus, doble factor de autenticación y los dispositivos actualizados es imprescindible.
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