Busca brindar seguridad en situaciones de peligro.
De los más de 46.5 millones de mujeres mexicanas mayores de 15 años, alrededor de 66 por ciento ha enfrentado en su vida algún tipo de violencia; una problemática ante la cual estudiantes de mecatrónica y robótica del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) campus Puebla, buscan enfrentar con el desarrollo de una chamarra que emite una descarga eléctrica al ser tocada por un posible agresor.
Las estudiantes Anahí Parra Quiroz, de ingeniería en mecatrónica, Giwan Park, de ingeniería en sistemas digitales y robótica, Estela Gómez, de mecatrónica, y Guadalupe Martínez, de derecho, explicaron en entrevista con la Agencia Informativa Conacyt que se trata de un prototipo que tiene como principal objetivo brindar seguridad a las mujeres en situaciones de peligro.
La chamarra cuenta con un circuito cerrado por dentro del forro, el cual tiene dos electrodos que al tocarse, después de ser activada, cierran el circuito y hacen que se produzca una descarga eléctrica al contacto y solo por la parte exterior de la prenda, lo que permite unos segundos de descontrol por parte del posible agresor, que permitirían a la usuaria solicitar auxilio o correr.
Si bien la chamarra de autodefensa está diseñada por el momento para activarse solo en la parte de los brazos, sus creadores aseguraron que este sistema puede ser adaptable a otras prendas como pantalones, blusas, vestidos, etcétera, y activarse las descargas en distintas zonas, dependiendo la necesidad de la usuaria.
“La idea es que no solo sea la chamarra para evitar que el posible agresor la reconozca, sino que se pueda ajustar a diferentes prendas para que pase desapercibida. En cuanto a la venta, la chamarra por ejemplo tuvo un costo de 472 pesos, pero se vendería en cerca de mil pesos, esto basado en las encuestas de hasta cuánto pagaría alguien por una chamarra de este tipo”, explicó Anahí Parra.
El peso de todo el sistema es de poco más de 400 gramos, incluyendo un pequeño transformador, pero al estar distribuido en toda la prenda no se resiente. El sistema incluye también una batería recargable que podría evolucionar a repuestos integrados para recargarse al 100 por ciento en 20 minutos.
“Es una herramienta de defensa personal. No se encuentra en el margen de armas letales. Incluso el uso de gas pimienta en Puebla ya está regulado ante el índice elevado de feminicidios, por eso la protección hacia la mujer ha ganado mucho peso. No obstante, en el caso de la chaqueta, los términos y condiciones que tenemos nos excluyen del uso que le pueda dar la persona que la adquiera”, dijo Guadalupe Martínez.
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