Los pagos digitales se vuelven cada día más populares y son usados no sólo por los llamados “nativos digitales”, sino también por personas de generaciones anteriores que con la pandemia empezaron a usarlos para librarse de límites en horarios y probar la personalización en el manejo de sus finanzas, todo desde una aplicación, aunque muchos desconozcan cómo se garantizan las transacciones seguras.
“En los últimos 12 meses hemos tenido un crecimiento de 200 por ciento, pero los planes son muy ambiciosos: registrar alrededor de 3 mil usuarios diarios para el próximo año, que terminen su onboarding. Esto habla de otro millón y medio al menos, que serían el doble de lo logrado hasta el momento”, destacó Gustavo Gómez Rojas, Head of Information Security de Albo.
Albo, es una app del mundo fintech que ofrece una tarjeta de débito Mastercard, tanto virtual como física, y facilidad para el manejo de las finanzas personales, que cuenta con 1.2 millones de usuarios registrados al 31 de marzo del 2021, de los que alrededor del 30 por ciento son jóvenes de entre 21 y 26 años de edad.
Sin embargo, Gómez Rojas reconoció que el reto para una mayor adopción está entre las generaciones no nativas digitales, en la difusión y confianza que se pueda generar, puesto que muchas personas necesitan una mayor cultura de ciberseguridad e información que los haga confiar en estos servicios y se eviten riesgos.
“Contamos con canales seguros en infraestructura, sistemas de monitoreo de prevención de fraudes, sistemas de monitoreo de ataques, convenios de alta disponibilidad, y un equipo especializado de seguridad de la información, con blue team y red team para monitoreo, atención y contención de cualquier incidente”, expuso en entrevista para ConsumoTIC.
Para cumplir con los requisitos de seguridad de la información, abundó, llevan a cabo una capacitación continua al personal, pues además reconoció que la falta de talento es un punto débil de la industria.
“Uno de los líderes se acaba de integrar al equipo tras una búsqueda de tres meses y varias entrevistas. Ha sido difícil encontrar a gente que se ajuste a la visión de la organización, y por ello tratamos de desarrollar el talento de los colaboradores. Dentro de los indicadores de desempeño, cada uno tiene que dedicar 20 por ciento a capacitación”.
Por otro lado, aseveró que se debe impulsar una cultura de ciberseguridad entre las personas, para que sean más conscientes, pero sensibilizando sobre este tema desde los niños y jóvenes.
“En el caso de los adultos mayores, a quienes les cuesta más trabajo, es responsabilidad nuestra de hacerle todo más sencillo, para que además de que los protejamos puedan obtener los beneficios de manejar su dinero con herramientas digitales”.
Por ello, Albo trabaja en proyectos con Inteligencia Artificial (IA) para conocer a los usuarios y hacerles recomendaciones financieras de acuerdo a su edad y sus hábitos de gasto, y en un futuro hasta otorgar préstamos.
De una población de 126 millones de mexicanos, 86.1 millones son usuarios de alguna aplicación, es decir, poco más de tres cuartas partes de la población. Ante tales cifras la cultura de ciberseguridad en México se vuelve uno de los retos más importantes.
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