97% de las firmas que integran la lista Fortune 500 ya fue hackeada.
La transformación digital trae consigo un sinfín de beneficios que llegan a una velocidad cada vez mayor a empresas, usuarios y gobiernos; pero también a quienes obtienen grandes cantidades de recursos económicos de manera ilegal como la ciberdelincuencia.
En opinión de Erika Mata, directora de Seguridad de la Información & CISO de Scotiabank, conforme la tecnología se acerca más a las personas y les provee mayor y mejor acceso a todo tipo de servicios, la seguridad de su información se vuelve más vulnerable, pues los ciberdelincuentes no descansan en su objetivo de desarrollar tácticas cada vez más complejas, ágiles y con el mayor impacto posible.
“La velocidad con la que las organizaciones adoptan innovaciones como servicios de nube, el Internet de las Cosas, plataformas Big Data e Inteligencia Artificial, con esa misma rapidez es con la que actúan los atacantes”, subrayó en el marco del 1er Congreso de Cyber Seguridad e Inteligencia organizado por Scotiabank México.
Los ciberdelincuentes suelen dedicar la mayor parte de su tiempo a idear, planear y ejecutar sus ataques, y para ello adoptan un enfoque renovado basado en la automatización, la detección en tiempo real y la respuesta en escala.
“De acuerdo con un estudio de Deloitte, 54 por ciento de los encuestados ve en el Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés) grandes beneficios pero también una fuerte amenaza para la seguridad de la red”.
Ello, dijo, muestra cómo las tendencias tecnológicas más provechosas para la humanidad abren grandes brechas de seguridad y exigen entornos cada vez más fuertes y seguros, lo cual se percibe cuando se sabe que 97 por ciento de las compañías que integran la lista Fortune 500 ya fue hackeada y el 3.0 por ciento no sabe que ya sufrió un ataque cibernético.
Así, los beneficios de tener conectividad en todo momento, de trabajar desde diferentes redes, usar el dispositivo personal para tareas laborales, subir grandes cantidades de información a la nube, conectar millones de dispositivos a internet, tienen un costo.
Sólo la pérdida de datos puede llegar a costar a una empresa 4 millones de pesos, o incluso dólares, dependiendo del tamaño de la firma y de la magnitud del ataque, “esta transformación digital abre puertas para todos, incluidos los ciberdelincuentes”.
Refirió que el año pasado, 40 por ciento de las brechas de seguridad ocurrieron a nivel de interfaz, es decir, cuando el usuario interactuó con páginas web de instituciones bancarias, para solicitar un servicio o comprar algo.
Ello, obliga a los sectores bancario y financiero a garantizar la seguridad de los usuarios que cada vez más se alejan del sistema tradicional de asistir a una sucursal para realizar sus operaciones mediante clics o tocando la pantalla de sus dispositivos móviles, dijo Enrique Zorrila, director general de Scotiabank México.
“Sin abandonar por completo el contacto físico con el banco, los usuarios se suman a esta transformación por lo cual debemos garantizar plataformas, sistemas y técnicas avanzadas”.
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