Capital humano capacitado, desafío permanente.
En los próximos cinco años las fábricas inteligentes aportarán entre 1.5 y 2.2 billones de dólares a la economía global, recursos provenientes del incremento de la productividad, mejoras en la calidad y participación en el mercado, junto con los servicios al cliente.
De acuerdo con el estudio “Fábricas inteligentes a escala” realizado por Capgemini, China, Alemania y Japón son los tres principales países en vías de adopción de fábricas inteligentes, seguidos de cerca por Corea del Sur, Estados Unidos y Francia.
“Una fábrica es un ecosistema complejo y vivo donde la eficiencia industrial es la siguiente frontera más que la productividad laboral. Los datos protegidos, las interacciones en tiempo real y los loopbacks virtuales-físicos marcarán la diferencia”, señala Jean-Pierre Petit, Director de Manufactura Digital de Capgemini
En opinión del directivo, para detonar la promesa de la fábrica inteligente, las organizaciones necesitan diseñar e implementar un programa de gobernanza sólido y desarrollar una cultura de operaciones basadas en datos.
“El paso a una Industria Inteligente es una oportunidad estratégica para que los fabricantes globales aprovechen la convergencia de la tecnología de la información y la tecnología operativa, con el fin de cambiar la forma en que sus industrias operarán y estarán listas para el futuro”.
El reporte de Capgemini destaca que la tecnología 5G se convertirá en un habilitador clave de las fábricas inteligentes debido a que sus características brindarían a los fabricantes la oportunidad de introducir o mejorar una variedad de aplicaciones altamente confiables y en tiempo real.
A pesar de esta perspectiva positiva, los fabricantes señalan que el éxito es difícil de alcanzar, ya que únicamente 14 por ciento define sus iniciativas existentes como “exitosas” y alrededor del 60 por ciento de las organizaciones dice tener dificultades para escalar.
El documento también destaca que además del talento digital, se requerirá una variedad de aptitudes y conocimientos para impulsar la transformación inteligente de la fábrica, incluyendo los perfiles multifuncionales, como ingeniería, manufactura, mantenimiento de producción y protección-seguridad, en tanto que las competencias sociales, como resolución de problemas y habilidades de colaboración también serán fundamentales.
“Las organizaciones necesitan aprender de los empleados de alto rendimiento que realizan contribuciones significativas a: plataformas digitales, preparación de datos, ciberseguridad, talento, gobernanza y un enfoque equilibrado entre la ‘eficiencia por diseño’ y la “efectividad operativa”, aprovechando el poder de los datos y la colaboración”.
C$T-GM