Aunque guardar una contraseña en el navegador agiliza el acceso a herramientas como el correo o las redes sociales, esta práctica representa un riesgo digital que puede ir desde el robo de información hasta la suplantación de identidad.
“Se debe evitar almacenar contraseñas en los navegadores. Si por alguna razón se está lejos de los dispositivos y alguien ve el historial, tendrá acceso a toda esa información”, advierten los especialistas de WatchGuard Threat Lab.
Iniciar el año con buenos hábitos digitales en materia de ciberseguridad, bien podría incluirse en la lista de propósitos 2022; pues el panorama no es para nada positivo: sólo en lo que va del mes de diciembre, México registró 22 mil 453 ataques de malware, lo que sitúa al país en el quinto lugar entre los países más amenazados del continente americano, antecedido sólo por Estados Unidos, Canadá, Uruguay y Chile.
Entre las recomendaiones de la firma especializada en seguridad de red, endpoint y Wi-Fi, se encuentra también la de evitar el uso de contraseñas débiles y predecibles; además de revisar páginas, msj y correos antes de dar click, ya que no podemos obviar que los ataques son cada vez más sofisticados por lo que siempre es bueno observar y sospechar si una dirección está mal escrita o contiene errores gramaticales u ortográficos.
Asimismo, es fundamental evitar la ejecución de aplicaciones desconocidas ya que si no hay claridad de qué se ejecuta en el dispositivo, hay soluciones de ciberseguridad que pueden revelar y bloquear comportamientos anómalos de usuarios, dispositivos y procesos.
WatchGuard Threat Lab sugiere cuidar la información personal, ya que cada vez es más fácil contar con opciones de “autorrellenado” para completar el acceso a un sitio web, pero no hay claridad de cuál es el destino de esa información o con quién será compartida.
Para la firma es importante también verificar la seguridad del correo, por lo que recomienda sitios como ¿Me han engañado?, que permiten comprobar de una forma fácil si una dirección de e-mail ha sufrido brechas de seguidad.
Otra buena práctica en materia de cibersegurida es actualizar contraseñas continuamente, incluso si la dirección de correo del usuario no ha sido vulnerada, lo conveniente es es cambiarlas cada tres meses.
Usar doble autenticación, sumando una contraseña y un código temporal de seguridad, que usualmente llega a un segundo dispositivo, es además una forma de tener accesos seguros a las redes; además es preferible tener acceso a redes seguras por lo que a toda costa es importante evitar el uso de redes abiertas.
A estas recomendaciones se suma actualizar los parches de seguridad, lo que permitirá corregir fallos de funcionamiento así como atender posibles vulnerabilidades de ciberseguridad.
Finalmente apunta a combinar capas de seguridad, no sólo con antivirus o firewalls; es fundamental sumar distintas capas de seguridad y tecnología como Inteligencia Artificial para detectar rápidamente los nuevos virus.
C$T-GM