En patentes TIC participan sólo en el 7.0%.
Con la escasa representación de las mujeres en el ámbito laboral y las persistentes brechas en materia de salarios, capacitación y habilidades digitales, hay el riesgo latente de dejar atrás a poco más de la mitad de la población fuera del desarrollo de tecnologías relevantes como la Inteligencia Artificial (IA) inclusiva, retos que es tiempo de resolver desde el gobierno, la iniciativa privada y la educación.
El avance del liderazgo de las mujeres en la UNESCO es una realidad, aunque tristemente ese ámbito no se refleja en el mundo real. Tampoco lo es, como se ve en el sector de la IA, advirtió Gabriela Ramos, subdirectora general de Ciencias Sociales y Humanas de la UNESCO.
“Sólo el 6.0 por ciento de los desarrollos de software en el mundo fueron realizados por mujeres”, y hay una crisis de contratación femenina. Las brechas de género en las capacidades son reales, y los datos de la UNESCO señalan que las mujeres perderán cinco empleos por cada uno de los que gane la revolución digital, en comparación con tres que perderán los hombres.
Por ello, al dar la bienvenida a la videoconferencia Girl Trouble: Breaking Through The Bias in AI, con motivo del Día Internacional de la Mujer, subrayó que “hay muchas cosas qué hacer, empezando por eliminar estereotipos”, avanzar en acciones afirmativas y poner foco en la agenda de género, así como en el mundo de la Inteligencia Artificial (IA).
Recordó que hace tres años en el Foro Económico Mundial se estimó que sólo 22 por ciento de los profesionales que están en el sector de la IA creando algoritmos a nivel global, son mujeres. Si bien existen interrogantes sobre si estas cifras están aumentando o disminuyendo, el hecho es que “esta cifra es muy muy baja”, alertó.
Además, de acuerdo con el reporte de 2019 sobre el debate digital de género, 85 por ciento de los desarrollos de software son creados por equipos de hombres. Ramos destacó en este sentido la labor de las panelistas invitadas, expertas en diferentes áreas, como la ética y el emprendimiento digital relacionados con IA, algoritmos inclusivos, machine learning, desarrollo de software y análisis de datos, entre otras.
Confió en que el proyecto Recomendación sobre la Ética de la Inteligencia Artificial de la UNESCO, se convertirá en una guía ética para la participación de más niñas y mujeres en esta área, no sólo como consumidoras activas, sino también dando forma al mundo digital.
“La realidad es que estas tecnologías no son inclusivas. no sólo de mujeres, no son inclusivas para muchas nacionalidades, para muchos países, muchas regiones, para muchas industrias, están altamente concentradas. Sabemos que 200 firmas están produciendo 77 de las patentes mundiales”, dijo.
Gabriela Ramos encabeza el proyecto Recomendación sobre la Ética de la Inteligencia Artificial, el primer marco normativo global, que incluye no solo los problemas y los retos, sino también un capítulo de género muy fuerte con recomendaciones concretas.
En su ponencia, Kay Firth-Butterfield, directora de IA y Aprendizaje Automático y miembro del Comité Ejecutivo del Foro Económico Mundial, se congratuló porque exista una alianza global en IA, así como una plataforma colaborativa multi stakeholder y un acelerador de proyectos, todo ello necesario ante el panorama que muestra algunas estadísticas alarmantes.
“Sólo 7.0 por ciento de las patentes en Tecnologías de la Información y Comunicación entre los países miembros del Grupo de los 20 (G20) fueron obtenidas por mujeres; y realmente es alarmante que sólo 10 por ciento de las startups que están buscando financiamiento de capital de riesgo (VC funding) fueron fundadas por mujeres”.
“Francamente esto es trágico, porque sabemos que los algoritmos se llenan de sesgos a partir de los datos históricos que utilizan y las personas que los transmiten”, lo que pone a las mujeres en una doble desventaja, alertó la experta, quien ha trabajado en iniciativas para sensibilizar sobre los prejuicios sexistas en la IA.
Por ello, recalcó que se necesitan equipos que adopten la diversidad en IA, incluso si en este momento no hay suficientes científicas en este sector, equipos diversos y multidisciplinarios para crear productos con una Inteligencia Artificial robusta y responsable.
Haciéndolo de esta manera, incluyendo a las mujeres, y al menos escuchando a todas las voces en el diseño y desarrollo de todas las fases, se podrán reducir algunos sesgos y otros problemas que se han detectado en la IA.
Firth-Butterfield también sugirió buscar organizaciones que representen a mujeres y a minorías, así como animar a las niñas a estudiar una carrera en tecnología, y a quienes están en IA a ser el modelo a seguir que necesitan las jóvenes, a convertirse en mentoras o aprendices, a trabajar unidas para hacer un mundo mejor.
C$T-EVP