Con el fin de recuperar la confianza de las colaboradoras, el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) impulsa cambios en materia de género que puedan prevenir futuros casos de violencia de género y acoso, y sobre todo evitar que la información que proporcionen las afectadas al denunciar pueda provocar su revictimización.
Luego del caso de violencia y acoso contra una colaboradora de la Unidad de Cumplimiento del órgano regulador, y que tras ser difundido públicamente concluyó en el cese del nombramiento y posterior recontratación de la víctima, el tema había sido escasamente difundido en medios de comunicación.
“Fue un error mío de concepción sobre la problemática… pero a partir de ese aprendizaje y conocimiento del error, (se busca) tener un marco que prevengan estos casos en el futuro y que brinden medidas que sean mejores, más confiables”, reconoció el presidente interino del IFT, Adolfo Cuevas Teja.
Al ser interrogado al respecto, en conferencia de prensa, reconoció el error en este caso, así como el interés del instituto en mejorar las condiciones para las denunciantes, y aclaró que el compromiso acordado con la afectada fue que el asunto ya no se tratara públicamente.
“La persona afectada pidió, en la reunión donde se le ofreció su reincorporación, que su tema no fuera abordado ya públicamente”, dijo el comisionado Cuevas Teja, quien añadió que por la afectación a la imagen institucional del IFT -uno de los órganos reguladores que goza de un buen prestigio internacional- se instruyó la creación de un grupo de trabajo para revisar y actualizar las políticas en materia de género.
Este grupo cuenta con apoyo de la organización civil Conectadas y en su propuesta, refirió, se integrará también la opinión del Consejo Consultivo del órgano regulador, el cual exigió tolerancia cero a casos de este tipo.
“Mi error fue que la información que dio pie al cese de la servidora fue obtenida en el transcurso y con motivo de la denuncia que ella misma había presentado. Una vez que había ocurrido el cese y viendo diversas reacciones consulté a cuatro especialistas en el tema, dos internas y dos externas, y todas me confirmaron que eso había sido indebido, porque eso inhibiría en el futuro la presentación de denuncias”.
Sobre el tema, el comisionado Javier Juárez Mojica consideró que la participación de los integrantes del Pleno podría ser importante para atender los casos de violencia de género, pues con el marco actual no es posible hacerlo, y por ello esperarán las recomendaciones del grupo de trabajo.
El comisionado Arturo Robles Rovalo coincidió en ese punto, para que en un futuro los comisionados y sobre todo las comisionadas que lleguen a este órgano de gobierno del instituto puedan participar cuando se necesite, y “que en adelante no sean decisiones tan verticales y se pueda contar con alguna intervención del Pleno”.
A su vez, el comisionado Sóstenes Díaz González, subrayó como un elemento importante para el órgano regulador el restaurar la confianza en la denuncia, para que los colaboradores y colaboradoras del instituto tengan la certeza de que serán atendidos y que no van a perder sus derechos laborales.
“Si se hacen nuevos protocolos, si no se crean nuevas figuras y herramientas, si no existe la confianza va a ser muy complicado lograrlo, y ese es otro de los puntos por los cual nos urge, y del que hemos seguido haciendo llamados, que haya comisionadas”, acotó Robles Rovalo.
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