México no está ajeno a la tendencia mundial en materia de desarrollo y aplicación de nuevas tecnologías, incluso absorbe el desarrollo digital y el uso de tecnologías de última generación de manera acelerada, aseguró el Presidente del Consejo Directivo Nacional del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), Ángel García-Lascuraín Valero.
Sin embargo, admitió que “no hay una política pública para promover (desarrollo digital) de una manera visible o directa, pero yo no creo que México esté abstraído de esa tendencia, es una tendencia global que afecta a todos los países, tenemos una economía plenamente abierta al exterior que recibe la tecnología de última generación y no veo que sea un factor que esté deteniendo el crecimiento de México”.
En relación con el Paquete Económico para el próximo año, puntualizó que es consistente con la prudencia fiscal y con modificaciones que mejoran la eficiencia recaudatoria.
Sin embargo, Ángel García consideró que sigue quedando pendiente una reforma fiscal integral, que permita solidificar las finanzas públicas en el largo plazo y que, a su vez, promueva la inversión y el crecimiento económico sostenido y elevado después de la reactivación post pandemia.
El presidente del IMEF a nombre de sus afiliados puntualizó que se requiere de una estrategia integral de fomento a la inversión y a la actividad productiva empresarial como elemento central de recuperación económica y de generación de empleo.
En opinión del IMEF, añadió, el Paquete Económico 2022 mantiene la austeridad fiscal que ha caracterizado al gobierno actual, es conservador en cuanto a los pronósticos de tipo de cambio (20.3 pesos por dólar), así como con el precio del petróleo (51.10 dólares por barril).

Sin embargo, dijo, es optimista en torno al crecimiento del PIB (4.10 por ciento), la inflación (3.40 por ciento) y la tasa de interés (5.0 por ciento). En cuanto al incremento de los ingresos es consistente con las proyecciones de crecimiento económico, salvo el IEPS aplicado a las gasolinas, el cual parece alto.

Por el lado de los egresos, se propone una disminución relevante de los subsidios relacionados con la inversión física y por otro lado, un aumento considerable en el mismo rubro, pero en la rama de gasto corriente, lo cual consideramos que no va en línea con lo que necesita nuestro país en torno a la inversión.

García-Lascuraín Valero, dejó en claro que la inversión es el indicador más rezagado de la demanda agregada. Con el fin de los apoyos fiscales directos en Estados Unidos y el ruido que persiste en el sector privado mexicano para llevar a cabo inversión, se percibe difícil poder alcanzar mayores tasas de crecimiento hacia delante.
Asimismo, se ve muy retador el pronóstico de producción petrolera, tomando en cuenta la falta de inversión en Petróleos Mexicanos -debido a la alta carga fiscal que lo ha caracterizado-, así como la falta de alianzas estratégicas con empresas petroleras del sector privado y el tipo de yacimientos no explotados con los que hoy cuenta México.
“Consideramos en el IMEF que sigue quedando pendiente una reforma fiscal integral, que permita solidificar las finanzas públicas en el largo plazo y que a su vez, promueva la inversión y el crecimiento económico sostenido y elevado después de la reactivación post pandemia”, concluyó.
C$T-EVP