En un mundo tecnológico donde “la revolución es el software”, hacen falta ingenieras e ingenieros que tengan las habilidades duras de la carrera, como fortalezas en álgebra, cálculo complejo y manejo eficiente de grandes bases de datos, pero ahora también es necesario que cuenten con habilidades blandas como trabajo en equipo, resolución de problemas y comunicación, entre otras.
No cabe duda que estos profesionales deben tener competencias de alto nivel en habilidades duras y en resolver los temas físicos del hardware como las antenas, las redes y, en general todo aquello que conforma el alma de las telecomunicaciones, si bien es necesario voltear al mercado, pues la consultora Select destacó recientemente que hay una brecha de talento; una suerte de desajuste entre la oferta y la demanda de habilidades requeridas por la industria, que lleva a que 278 mil egresados de carreras TIC, no encuentren empleo bien pagado.
La doctora María Catalina Ovando Chico, directora de Política de Telecomunicaciones y de Radiodifusión de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), señaló lo anterior al participar en el “Foro industrial para definir el perfil de los egresados de la carrera de ingeniería en telecomunicaciones” organizado por la UNAM, donde advirtió que varias mediciones concuerdan con la brecha de talento.
Por ejemplo, la consultora Michael Page coloca el déficit de talento en 45 por ciento, a pesar de que en México, de los 11 millones de profesionistas, 1 millón viene de carreras STEM, lo que demuestra que en realidad hay una diferencia entre lo que forman las universidades y lo que contratan las empresas, donde no se debe perder de vista que, a veces, ni las organizaciones saben lo que necesitan, “porque el mundo de la tecnología cambia mucho y muy rápido”.
Sin embargo, la clave es buscar el desempeño profesional ahí donde hay más valor agregado, como los arquitectos de datos, que son escasos y ganan muy bien. Es necesario tener en cuenta que “está de moda la experiencia del cliente y si queremos crecer ahí, debemos conocer al cliente”, lo que lleva a entender que en el campo de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) “no sólo hay ingenieros”.
En ese sentido, Ovando Chico indicó que “urge un cambio de paradigma en la ingeniería mexicana”, donde se entienda que si bien es indispensable contar con las habilidades duras de un ingeniero como siempre, “el futuro está en el software y la programación; importa lo que ve el usuario, porque es lo que vende, pero debemos ser éticos y trabajar en ambas partes: en lo que ve el usuario y en lo que está detrás”.
Por otra parte, luego de participar recientemente en la Conferencia Mundial de Radiodifusión, consideró que es importante que el talento mexicano busque participar en espacios globales, para demostrar su valía, al poner su conocimiento y habilidad al servicio de las discusiones de regulación mundial, pues sin importar que algunos digan que no encuentran gente, “yo creo que sí hay mucho talento en México”.
Insistió en que las escuelas deben motivar a sus egresados a informarse respecto a lo que el mercado quiere. Por ejemplo, 75 por ciento de las empresas prevén migrar hacia el cómputo en la nube, lo que demuestra claramente un camino para prepararse, sin olvidar tendencias mundiales como la programación de los celulares, la inteligencia artificial en sus numerosas facetas, el internet de las cosas y el aprendizaje automático, que en los próximos cinco años podría implicar enormes avances, aunque también grandes riesgos, incluyendo los de ciberseguridad.
Con todo, la funcionaria de la SCIT consideró que hay muchas oportunidades para los estudiantes de ingeniería, si bien los alrededor de 100 programas que se ofertan en México en estas especialidades, deben de mirar hacia el mercado y hacia el futuro, con una visión holística cada vez más requerida.
En respuesta al cuestionamiento de un académico de la UNAM sobre las materias que, desde su punto de vista, se deberían incorporar a la currícula de la Ingeniería en Telecomunicaciones, Ovando Chico sugirió agregar “Visión estratégica del ecosistema digital”, pues ya resulta inconcebible que no se entienda al mundo de la tecnología como un cuerpo único con infinidad de interrelaciones, con causas y efectos, tal como ocurre con cualquier ecosistema.
Además, es un hecho que las ingenieras e ingenieros deben aprender a comunicar, negociar, tener visión del negocio del que se trate, conocer de políticas públicas y del entorno legal que le atañen al negocio donde se desempeñen.
C$T-GM