La enseñanza formal de “coding” (lenguajes de programación de computadoras), así como articular de mejor manera el «pensamiento computacional» en escuelas de nivel primaria, secundaria y preparatoria, tanto públicas como privadas, podría ayudar en México a mejorar la disponibilidad de talento digital y cerrar la brecha de profesionales de Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) requeridos por el sector productivo.
Al presentar en un encuentro virtual con periodistas el documento de trabajo “Coding en el currículo educativo”, elaborado por The Competitive Intelligence Unit (CIU), su director general Ernesto Piedras Feria, señaló que, si bien los procesos educativos en general llevan tiempo para traducirse en indicadores de desarrollo de un país, aquí ya se cuenta con algunas herramientas que servirán para articular toda esta enseñanza de manera eficiente.
Al respecto, Samuel Bautista, analista de The CIU y quien participó en la investigación para elaborar este documento, aseguró que la buena noticia es que en primaria, secundaria y preparatoria ya se enseñan varias habilidades indispensables para el “coding” como el pensamiento lógico, los algoritmos, la descomposición, la creación de patrones y la abstracción y por lo tanto “no empezamos de cero”, aunque en el sistema educativo mexicano no hay materias como tal.
Más aún, recordó que el “Coding” debe entenderse con el lenguaje de programación y no con la programación propiamente, por lo que enseñar estas habilidades es fundamental y puede ayudar a los alumnos ya sea a emprender carreras profesionales (a nivel técnico), desde el fin de la preparatoria, hasta ser más asertivos en la elección de una carrera profesional hacia la Universidad.
Santiago Donoso, también analista de The CIU, apuntó que mientras el sector productivo requiere cada vez más profesionales con habilidades digitales, las carreras tradicionales como administración de empresas, derecho, contabilidad, psicología, enfermería y medicina, por citar algunas, todavía registran matrículas que se cuentan por cientos de miles de estudiantes, en tanto las disciplinas relacionadas con las habilidades digitales (donde las empresas se disputan a los profesionales disponibles) apenas alcanzan algunas decenas de miles de matriculados.
De hecho, las carreras relacionadas con Tecnologías de la Información y la Comunicación, aparecen en el número 15 de las preferencias de los estudiantes: Ciencias de la Computación en el número 20; Ingenierías Industrial, Mecánica, Electrónica y Tecnología; en el número 31 y Matemáticas en el 47, mezcla que en parte se explica porque desde la orientación vocacional no se le informa claramente a los jóvenes cuáles son las potencialidades de estas carreras y exactamente de qué se tratan.
Es ahí donde entra en juego la enseñanza del “pensamiento computacional”, concepto relativamente nuevo y que muchos profesores de niveles básico, medio y medio superior todavía no asimilan del todo, y que se refiere a entender la lógica de las computadoras, sus lenguajes (el “coding”) y cómo usarlas de manera mucho más eficiente para cualquier de las actividades productivas actuales o futuras.
En ese sentido, Samuel Bautista indicó que la propuesta de The CIU no es enseñar coding a todos desde la primaria, sino articular las enseñanzas que hoy se encuentran en la currícula educativa, como base para que niñas, niños y adolescentes entiendan la lógica de este lenguaje.
Y explicó que la consultora hizo una investigación para este trabajo donde se ve cómo se pueden implementar estas medidas. Por ejemplo, en Irlanda, donde coexiste la enseñanza del idioma gaélico con el inglés, se lleva un sistema de enseñanza comparativa de ambos lenguajes para que los estudiantes comprendan el funcionamiento de cada uno de ellos y sus diferencias.
Este tipo de trabajos ayudan a entender que se trata de sistemas distintos y separados, con su propia lógica, tal como ocurre con los lenguajes de programación de los cuales, dijo, lo más eficiente sería enseñar en México los más usuales, de manera estandarizada en todo el sistema educativo y sólo a partir del nivel medio superior, en tanto las herramientas que ya se enseñan en las escuelas, son transmitidas de manera lúdica y comprendiendo profundamente la importancia del trabajo en equipo.
Ernesto Piedras reconoció que si bien puede haber resistencias entre los profesores, básicamente por desconocimiento y que además los procesos educativos son largos y llevan tiempo, “es peor no empezar”, pues la experiencia demuestra que los niños absorben con facilidad estos temas, de manera que articular lo que ya existe en el sistema educativo bajo una lógica dirigida al “coding”, agilizará que se cierre la brecha laboral entre la demanda de profesionales y la disponibilidad de talento digital.
C$T-EVP