Entre los años 2030 y 2032, tendremos una muy buena percepción del impacto de la industria 4.0 en el mundo, una vez que los trabajadores de las distintas industrias vayan superando su miedo al cambio y se capaciten en las diversas tecnologías que no les harán perder el empleo, sino les crearán nuevas oportunidades, que sólo podrán aprovechar, si se abren a aprender cosas nuevas.
Y es que hoy en día, “el desafío no es tecnológico, sino de adopción de la tecnología dentro de las empresas para lograr los objetivos”, sostuvo Renato Bueno, director de Desarrollo de Nuevos Negocios de Nokia, al presentar en videoconferencia, los resultados del “Estudio del estado de madurez de distintas Industrias rumbo a la Industria 4.0”, según el cual, uno de los principales frenos a la adopción de las nuevas tecnologías, es la falta de capacitación del personal al interior de las organizaciones.
Advirtió que los casos de uso del 5G pueden significar un salto productivo enorme para las empresas, en particular en su modalidad de redes interna, pero se trata de una tecnología emergente y mientras se implementa plenamente, “por lo menos en los próximos 10 años, el 4G va a seguir siendo muy utilizado”.
Explicó que el estudio se realizó con el apoyo de Abi Research, en el primer trimestre de este año, entre 500 empresas de distintos países de sectores como la química, metalurgia, petróleo, minería, eléctrico y electrónica, puertos y logística, de donde se desprendió que los sectores que mayor madurez muestran en la industria 4.0 son la eléctrica y de electrodomésticos y la de productos metálicos.
Entre los hallazgos, destaca que las principales barreras que se observan para alcanzar el nivel de industria 4.0 son la falta de coordinación entre las áreas de operaciones y las de tecnologías de la información, así como la falta de personal interno especializado, seguido de temas de ciberseguridad y el miedo de los trabajadores a perder sus empleos por causa de los avances tecnológicos.
Pero desde el punto de vista contrario, es decir, los motores que empujan a la adopción de transformación digital en las empresas, el primer factor es una estrategia deliberada impulsada desde la dirección de las compañías, y el segundo es que esta estrategia provenga de las áreas de tecnología de las propias industrias.
Respecto a las motivaciones para invertir en la industria 4.0, los encuestados señalaron como las principales optimizar las operaciones y la seguridad del personal, con énfasis muy importante en algunas industrias como los puertos, la minería y el sector petrolero (donde existen varios trabajos de alto riesgo).
También motiva la seguridad en las operaciones, por ejemplo en el caso de los puertos, respecto a las mercancías y las operaciones aduanales.
Al igual que el resto del mundo, México comparte la necesidad de vencer las resistencias e incluso el miedo de la transformación digital por parte de los trabajadores en las distintas industrias y la necesidad de acelerar la capacitación entre los empleados de las compañías.
Además, hay pocas implementaciones de redes privadas inalámbricas (tecnología que, además de tremendamente transformadora es muy segura) y Edge Computing, que permitirían avances muy relevantes.
Renato Bueno detalló que de acuerdo con este ejercicio, el mayor potencial de transformación digital en México, se observa en los sectores de manufactura, minería, puertos y energía eléctrica, si bien –insistió- capacitar al personal es imperativo.
“Hay una oportunidad enorme para el mercado mexicano en el nearshoring”. Especialmente, si se despliega una fábrica desde cero, existe la posibilidad de crear una planta con una nueva arquitectura que incorpore todas las ventajas de la nueva tecnología. “Se trata de un movimiento anticíclico de globalización, que abre una ventana de adopción de tecnología muy importante”.
C$T-GM