Experimentar nuevos formatos y contenidos, así como tomar en cuenta a las nuevas audiencias, son dos de los grandes desafíos que enfrenta la radio a 100 años de historia, que de acuerdo con Jenaro Villamil, presidente del Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano (SPR), enfrenta grandes presiones pero debe romper con el anacronismo y “salir de la cabina”.
“Hay toda una presión de audiencias y mercadológica para poder reducir a la radio a modelos tecnológicos instantáneos”, como los podcast, que sin una buena narración ni una buena producción no sirven, y lo ideal sería que la radio enriquezca a los podcast, planteó al abrir la segunda jornada del foro “100 años de la radio en México”.
En su participación vía virtual, consideró que aunque algunas estaciones lo siguen haciendo, en general se ha perdido la capacidad de la radio para hacer ficción o para dar voz a nuevas expresiones. “Hay tantas mujeres en las calles de nuestras ciudades protestando y que podrían tener espacios para contar sus historias informativas en la radio”.
“No basta con tener una radio que acuda a las audiencias y a los ciudadanos a través de su participación en la redes o a través de llamadas telefónicas a los programas, o por denuncias, sino que hay que ir a donde están las audiencias, a los salones de baile, a las aulas, a los parques, a los mercados, a donde están las tribus urbanas. Una radio que salga a la calle y que salga de la cabina”.
Convertir a las audiencias en un ciudadano colaborador y constructor de contenidos es una de las grandes posibilidades más importantes para tener una nueva era para la radio, como lo que sucede con los experimentos de radios “barriales”, con coberturas pequeñas, pero que están buscando esa identidad geográfica y de tribu urbana.
Si bien reconoció que la versatilidad de la radio le permitirá en un futuro inmediato producir contenidos multiplataforma, que incluyan imagen y contenido web, otro desafío que deben enfrentar, sobre todo estaciones con mucha tradición, es contar con un nuevo modelo de gestión y organización administrativa que permita fluir la creatividad.
“Los referentes nuevos tienen que estar firmemente basados en la libertad de expresión, en el derecho a la información; es decir, no queremos una radio que sea homogénea, oficialista o que busque la unanimidad, queremos una radio plural que exprese las diversidades de voces”.
Villamil enfatizó que lo que se quiere de la radio pública de México es que experimente, que hable y que busque nuevas opciones; que construya con sus audiencias nuevos modelos, con espacios comerciales más dinámicos; que la agenda participen también las audiencias no solamente el publicista o quien financia; y con autonomía editorial, y que atienda y fortalezca los modelos de radios sociales indígenas y comunitarias.
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