Quizá beneficiado por el poder de penetración heredado de la radio, el podcasting ha logrado un gran auge con formatos, que para la periodista María Jesús Espinosa de los Monteros, más que una forma de distribución de audio, se trata de una comunicación que brinda al escucha intimidad e individualismo, en especial en un mercado que está llevando su atención hacia lo sonoro.
“Al podcast debemos entenderlo como una especie de híbrido, hijo de internet pero también de la radio, (que está) recuperando algunos formatos que estaban olvidados”, explicó la directora de Podium Podcast y Podium Studios de PRISA Radio, tras parafrasear a Carlos Alberto Scolari, respecto a que los podcast está explorando los límites de la comunicación oral.
Al hablar del tema “La era de la audificación. Presente y futuro de los contenidos sonoros”, explicó que el audio se está expandiendo y convirtiendo en una herramienta social, con notas de Whatsapp o los Twitter spaces; un objeto viral, con la llegada de los audio bits; como un formato interactivo, altavoces o parlantes inteligentes.
También como un reclamo publicitario, mediante lo que se conoce audiobranding o podcast de marcas, y como un género de evasión y aprendizaje. Además de la radio tradicional, añadió, se incorporan formatos como la música en streaming, audiolibros y los podcast, explicó al participar en el foro Los 100 Años de la Radio en México, organizado por el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT).
Aunque reconoció que no es fácil definirlo, sí es algo más que una radio “on demand” o una tecnología de distribución; “para mi el podcast es una forma artística, a la vez que un negocio y al mismo tiempo que propicia una escucha tremendamente íntima e individual”.
El crecimiento global del podcasting, destacó, no puede entenderse sin su confluencia con tres razones externas: la irrupción de la voz como gran herramienta en lo que denominó las “tecnologías touchless”; en segundo lugar, el capitalismo de plataformas que rigen la economía mundial y el florecimiento de nuevas narrativas digitales.
A esas, añadió, se une una cualidad orgánica del formato, que tiene una gramática propia y un lenguaje propio, pero que es tremendamente moldeable, y cuya “naturaleza omnívora”, facilita que esté presente en casi todos los sectores de la sociedad.
Además, en los datos está la base de la construcción de un nuevo modelo de negocio, que también ayuda a sostener el actual modelo que permite conocer quiénes son los escuchas y porque audiencias masivas tradicionales no funcionan, sino las audiencias segmentadas basadas en datos.
La experta enumeró 10 tendencias para analizar el futuro de la radio: Redes para una realidad líquida; voz en un mundo sin contacto; plataformización del audio; los modelos datacentristas; Inteligencia Artificial (IA) en los medios.
Asimismo, nuevos canales nuevas narrativas; especialización y personalización; ludificación: en busca de un respiro; proximidad y confianza; y, la última, digitalización y trabajo remoto.
Aseguró que las compañías de medios deben ser capaces de transformarse a la misma velocidad que la sociedad, aprovechando que ahora se han abierto nuevas ventanas de consumo, porque ahora se consume audio, radio y podcast como no había ocurrido antes.
Los medios radiofónicos tienen que abrirse a nuevas redes y nuevas audiencias, y las organizaciones ser adaptables y flexibles para atraer nuevos talentos y no sólo captarlos sino aliarse con estos.
“Y a diferencia de otros medios, que aíslan, el audio como hijo de la radio ofrece compañía. La radio sigue siendo esa gran compañera sobre todo en momentos tan complejos como los que hemos estado viviendo”.
C$T-EVP