México necesita realizar cambios fiscales, de lo contrario «perderá capacidad de crecimiento»; es imprescindible además de generar mayor recaudación fiscal, aumentar la atracción de inversión privada, pues de lo contrario el país estará en riesgo de regresar a escenarios de crecimiento económico de sólo 1.0 por ciento, advirtió Ángel García Lascurain, presidente Nacional del IMEF.
“La inversión total en México ha venido disminuyendo en términos reales desde su nivel máximo histórico de septiembre 2015 (cifras desestacionalizadas). La inversión pública inició su descenso desde marzo de 2009, México lleva casi 12 años de caída en la inversión pública”, precisó el especialista.
La inversión pública, añadió, ha caído más de la mitad desde marzo de 2009 (55 por ciento), ésta representaba el 30 por ciento de la inversión total, equivalente a 6.5 puntos del PIB en ese año; sin embargo, en la actualidad equivale a menos del 15 por ciento de la inversión total y representa casi 2.4 por ciento del PIB.
Bajo estas condiciones, el Instituto Mexicano de Ejecutivos en Finanzas (IMEF) propone ejercer medidas fiscales que permitan resarcir la pérdida de capacidad estructural de crecimiento económico del país; la tasa de crecimiento promedio que en los últimos 40 años ha sido de 2.3 por ciento, y que pasado el efecto “rebote” de la reciente recesión, será muy difícil retomar esa dinámica.
El Comité Nacional de Estudios Económicos del IMEF en su encuesta mensual (de julio) estimó que para este año habría un crecimiento de 5.9 por ciento, pero para 2022 está dinámica será de sólo 2.8 por ciento; si se aprobara la narrativa en torno a la inversión del sector privado, con un compromiso legislativo y se aprobaran medidas fiscales, la inversión podría recuperarse a niveles no solo pre-Covid, sino de su pico registrado en el 1T18.
“Las reformas estructurales que se habían aprobado para atraer inversión se han estado revirtiendo y ya no se están llevando a cabo otras reformas -incluyendo una de carácter fiscal-, para impulsar la inversión, insumo esencial para lograr mayores tasas de crecimiento en el mediano y largo plazo”.
Por ello se propone:
• Adecuaciones al Régimen de Incorporación Fiscal para los contribuyentes que se encuentren en ese esquema o se incorporen a este régimen
• Fortalecimiento de la PRODECON
• Promoción del empleo, permitiendo la deducción del 100 por ciento de las prestaciones sociales
• Simplificar el cumplimiento de obligaciones fiscales para personas físicas
• Disminuir el ISR Corporativo del 30 al 28 por ciento, integrando este 28 por ciento con un pago por impuesto del ejercicio del 23 por ciento en la declaración anual de las personas morales y 5.0 por ciento adicional que se aplicaría a las utilidades generadas en cada ejercicio, y que se reinviertan, para enterarse hasta que la empresa pague dividendos a sus accionistas.
Ajuste de la Ley del Impuesto al Valor Agregado sin afectar a la población de los deciles más bajos de ingresos con una tasa general del IVA de 16 por ciento para productos alimenticios, pero con una canasta de productos de consumo estrictamente básica.
Además de otros estímulos fiscales como: deducción acelerada de inversiones con tasas de descuento bajas; régimen especial para incentivar inversión en tecnología e investigación; reducir la tasa de retención del ISR por pago de dividendos del 10 a 5.0 por ciento; ampliar plazo para acreditar el ISR, entre otros.
Con estas medidas fiscales, se estima que podría recaudar hasta el equivalente a 1.9 por ciento del PIB, alrededor de 350 mil millones de pesos (recurrentes) en términos reales, tal como realiza sus comparaciones la Secretaría de Hacienda y Crédito Público o de 450 mil millones en términos nominales.
“Se propone una reforma fiscal que logre una mayor recaudación fiscal, pero también que incentive una mayor inversión, con lo cual se logre tener en México mayores tasas de crecimiento, urge incentivar la inversión, porque sin ella se puede recuperar el consumo y otras variables, pero eso no es sostenible”, precisó Gabriel Casillas, presidente del Comité Nacional de Estudios Económicos del IMEF.
Es necesario que México crezca a tasas más altas que las logradas históricamente, pues además ayudaría a reactivar el mercado laboral, el cual previo a la pandemia generaba entre 500 a 600 mil plazas, nivel reducido si se considera que la demanda en el país supera un millón 200 mil, con un marco fiscalen lo inmediato se podría regresar a los niveles pre-Covid.
Manuel Toledo, presidente del Comité de Estudios Fiscales del IMEF, precisó que una de las propuestas alineadas con incentivar la creación del empleo, está la de deducir las prestaciones sociales que se le otorgan a los trabajadores, con el objetivo de reanimar las plazas de aquellos que fueron despedidos por causa de la pandemia, una medida temporal que podría ayudar a la reconstrucción de la planta laboral.
En México a diferencia de otros países como Estados Unidos, durante la crisis del año pasado se ofrecieron a las empresas incentivos fiscales para mantener la plantilla laboral. A través del menor cargo de impuestos en la previsión social es como se le puede ayudar a las empresas para que puedan crear fuentes de empleo y ser más competitivos frente a países como China y el mercado norteamericano.
Importante será que este tipo de modificaciones fiscales no solo contribuya al mantenimiento del empleo, sino también ayude a reducir el alto costo que tiene la formalidad laboral en el país y se reduzca el creciente nivel que presenta en México el trabajo informal.
Cuestionados sobre las consecuencias que podría traer a la economía nacional una “tercera ola de Covid”, los especialistas aseguraron que salvo que se tenga una evolución sorpresiva, las previsiones que se tienen para 2021, es que el Producto Interno Bruto (PIB) doméstico pueda crecer 5.9 por ciento, pero integrando la propuesta fiscal, el PIB en 2022, podría incrementarse a un ritmo de 5.9 por ciento en lugar de sólo 2.8 por ciento.
“Lo que se está viendo no es crecimiento, es una recuperación que es débil, frágil, que enfrenta riesgos como es la caída de la inversión y del consumo… si el riesgo se empieza a materializar en las próximas semanas, el IMEF lo reflejará con un pronóstico diferente”, precisó García Lascurain.
C$T-EVP