La economía del metaverso, que se estima alcanzará los 13 billones de dólares para el año 2030, ya está en la mira de las instituciones financieras y del sector de medios de pagos, que están viendo con cada vez mayor interés el potencial que tendría trasladar a los usuarios a los espacios virtuales de nueva generación.
“El sector de medios de pagos ha llevado la banca de las sucursales a Internet y a los dispositivos móviles. Ahora, el metaverso promete llevar a la gente desde sus salones al espacio virtual de nueva generación. Si tiene éxito, habrá un mercado completamente nuevo para las grandes marcas que serán las primeras en aprovechar la nueva demanda”, señala Agustin Parodi, Chief Business Officer de Geopagos.
En opinión del ejecutivo, el pago por activos digitales será la herramienta principal para crear una experiencia de usuario perfecta. “Se prevé que la economía del metaverso alcance los 13 billones de dólares para el año 2030 por lo que las instituciones financieras han comenzado a explorar oportunidades dentro del mundo virtual.
Al analizar las principales tendencias de los medios de pago en América Latina, Agustin Parodi sostiene que para seguir siendo competitivos, los jugadores actuales y futuros tienen que estar preparados y adelantarse a los cambios, teniendo en cuenta que la experiencia de compra y venta seguirá transformándose buscando mayor eficiencia, seguridad, agilidad y comodidad para los usuarios.
Es así que observa como una tendencia clave la forma en la que los comercios precisan cada vez más ofrecer soluciones de pagos diversas para que sea el consumidor quién elija cómo pagar adecuándose a su comodidad y necesidades.
“Es por eso que ya no basta con ofrecer un método de captura para aceptar tarjetas de crédito y débito, hay que ofrecer todas las soluciones del mercado (QR, Link de Pago, Tienda online, etcétera).
En busca de la agilidad y facilidad, los comercios comienzan a elegir aquellas alternativas, tanto para las ventas en el mundo presente como en el mundo no presente que ofrezcan soluciones de valor a través de una única conexión.
Desde la perspectiva del ejecutivo, la disrupción tecnológica ha fomentado cambios en el consumo y mayor velocidad en las transacciones, por lo que los pagos embebidos pueden ser la respuesta a este nuevo paradigma.
“Consisten en una mejora de la experiencia del cliente, al maximizar la etapa más atractiva (el servicio recibido) y minimizar la menos emocionante (etapa del pago). Un ejemplo para lograrlo es solicitar los datos de la tarjeta de crédito del cliente por única vez y luego rescatar esos datos para las transacciones posteriores”.
Por su parte, el concepto de interoperabilidad permite que los individuos realicen pagos sin importar el banco en donde tengan registrada su cuenta, e incluso pueda ser utilizado por las personas que tienen una cuenta digital o manejan una cuenta prepagada.
En el caso de América Latina, cada vez más entidades ejercen la interoperabilidad, sobre todo a través de códigos QR, que contribuye a la inclusión financiera de los pequeños comercios y los compradores no bancarizados. De lo que ya se comienza a hablar es de llevar la interoperabilidad a otro nivel que permita pagar con esta misma facilidad sin importar el país de origen y de destino.
“La velocidad con la que se transforma el mundo de los pagos es cada vez más vertiginosa. Por lo tanto, los consumidores latinoamericanos requieren más seguridad y confianza sobre las alternativas que tienen para un adecuado acceso a servicios y productos a través de sistemas financieros versátiles”.
Será tarea de las pequeñas y medianas empresas desarrollar su habilidad de adaptación y cerrar posibles brechas a través de los cambios de hábito y nuevas soluciones que promueve la era de la digitalización, considera Agustin Parodi.
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