El programa Aprende en Casa, que surgió como una estrategia de emergencia durante el confinamiento generado por la pandemia, puede evolucionar para convertirse en una política educativa integral que complemente los servicios de educación donde ya los hay o incluso un mecanismo alternativo para llevar servicios educativos.
Como parte de su análisis “Aprende en Casa: Una oportunidad para impulsar políticas de educación híbrida/virtual”, los analistas de la consultora The CIU consideran importante incrementar la inversión en la formación docente y de estudiantes en herramientas y habilidades asociadas a las TIC.
Si bien se desconoce el presupuesto asignado para Aprende en Casa, Samuel Bautista explicó que como parte del estudio se realizó una estimación sobre cuánto costó ejecutarlo en el 2020, usando información de la cuenta pública de otros programas de la Secretaría de Educación Pública (SEP).
“Estamos en alrededor de 4 mil 450 millones de pesos, que básicamente la mayor parte de los recursos se fueron hacia la producción y distribución de materiales educativos… esa cifra básicamente representaban alrededor de 1.3 por ciento de los recursos asignados para los programas educativos”.
Sin embargo, advirtió que algunos de los problemas detectados es que se designó sólo el 9.2 por ciento el desarrollo profesional para docentes, y que 2.2 por ciento de los estudiantes no terminó el ciclo escolar 2019-2020.
“El fortalecimiento que ha recibido la Red Compartida, a través incluso de financiamiento público a través de la banca de desarrollo, puede ser una buena oportunidad también para para poder llevar conectividad a estos sitios a estas escuelas, centros educativos sobre todo donde no hay infraestructura de telecomunicaciones”.
Asimismo, una política fiscal que ayude a impulsar la adopción de smartphones, como la eliminación de IEPS, reducción de IVA a este tipo de dispositivos, u otro tipo de políticas como subsidios para conseguir estos equipos.
“Aprende en Casa, si lo queremos transformar en esta política de largo plazo, debe también incluir y adaptar contenidos y herramientas en un ambiente móvil; si el smartphone es el dispositivo que se utiliza preponderantemente por parte de los alumnos para este tipo de estrategias a distancia, pues deben desarrollarse contenidos apropiados para ello”.
Aunque por su alcance en cobertura, la radio y la televisión fueron los medios utilizados para continuar los aprendizajes del nivel básico a través del programa Aprende en Casa I, los smartphones fueron los dispositivos que más usaron los estudiantes durante la segunda y tercera etapa de esta estrategia, revela el análisis de la firma.
“Aprende en Casa I surge como una estrategia de emergencia, por eso fue que decidieron la TV, porque justo era el medio con más penetración en los hogares mexicanos, pero en la etapa II y III se empezó a poner más peso a plataformas en línea y a material audiovisual… Los estudiantes utilizaban el smartphone como principal dispositivo para tomar clases… No fue ni la televisión ni la computadora, fueron los teléfonos inteligentes ”, afirmó Santiago Donoso, analista de The SIU.
La primera etapa del programa Aprende en Casa, se llevó a cabo de marzo a junio del 2020; mientras que la segunda fase se realizó durante el ciclo escolar 2020-2021 y para la tercera etapa se ejecutó en el 2021-2022.
Para la transmisión de contenidos de la segunda etapa del programa, en la que se basó el estudio realizado por The CIU, se contó con la participación de 40 canales de televisión tanto de redes públicas y privadas, 36 canales de la Red México y 48 canales de TV de paga.
De acuerdo con el estudio análisis “Aprende en Casa: Una oportunidad para impulsar políticas de educación híbrida/virtual”, el 70 por ciento de los estudiantes de primaria prefirieron los smartphones, también casi el 70 por ciento de los de secundaria y 50 por ciento del nivel medio superior, aunque en este último también se utilizaron laptops.
Samuel Bautista Mora, coordinador general de The Social Intelligence Unit (SIU), aseguró que la telefonía se mostró como un equipamiento fundamental para la continuidad de los aprendizajes, en especial entre los estudiantes del nivel básico, pues “las plataformas radiodifundidas aunque presentes en los hogares, no suelen ser la la herramienta que prefieren los estudiantes.
“En niveles educativos más elevados, el smartphone va perdiendo un poco más de terreno en relación con la computadora portátil, pero es muy muy interesante saber que al menos en niveles básicos, primaria, secundaria, media superior sigue siendo un dispositivo importantísimo para realizar las actividades escolares”.
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