Transicionar hacia fuentes de energía menos contaminantes es una visión bien posicionada entre los operadores de telecomunicaciones de América Latina que reconocen esta alternativa como una vía rápida y eficaz en la reducción de la huella ambiental que a la vez no exige grandes inversiones.
“Los países de América Latina están particularmente bien posicionados para el uso de energía renovable, en especial de la energía solar, dada la alta duración de luz solar y el potencial de proveer servicios a emplazamientos de estaciones base en ubicaciones aisladas y difíciles de alcanzar”, destaca el reporte “La Economía Móvil en América Latina 2022”.
El documento elaborado por la GSMA, destaca que esto se puede lograr a través de paneles solares dentro de los emplazamientos de estaciones base o la construcción de granjas solares de gran tamaño y centralizadas. Asimismo, la biomasa, el bioetanol y la electricidad renovable están ampliamente disponibles en algunos países de la región, especialmente en Brasil.
“La producción de bioenergía en Brasil alcanzó casi los 58.7 teravatios-hora en 2020, una subida de más del 80 por ciento en comparación con 2011, cuando la producción ascendió a aproximadamente 32.6 teravatios-hora. Se espera que la contribución de biocombustible a la matriz energética de Brasil llegue a un 18 por ciento en total para el 2030”.
Los operadores de América Latina también son parte de una tendencia creciente entre las firmas globales que apuestan por desarrollar Acuerdos de Compra de Energía (PPA) con proveedores locales.
Y es que los PPA, mediante los cuales un operador (o empresa de cualquier industria) invierte capital con un proveedor de energía renovable para financiar la capacidad de una instalación de generación específica, como una granja solar o eólica, serán una parte vital de los esfuerzos para reducir las emisiones de carbono.
“La sostenibilidad en las operaciones de telecomunicaciones está expandiéndose en toda América Latina: los operadores de la región están a la vanguardia de la transformación verde y de la transición a fuentes de energía menos contaminantes”, subraya el documento.
Se trata de una visión para cumplir los compromisos gubernamentales en relación con la acción por el clima y asegurar el acceso a fuentes de energía sostenible en un momento de creciente incertidumbre en los costos energéticos internacionales.
De hecho, los operadores de América Latina se comprometieron a cumplir objetivos de neutralidad de carbono aún más ambiciosos, darán varios pasos para reducir las emisiones de carbono en sus operaciones y en toda la cadena de suministro.
“Según el estudio Network Transformation 2022 de GSMA Intelligence, la mayoría de los operadores (un 90 por ciento) de América Latina consideran que la sostenibilidad es una prioridad muy o extremadamente importante en la transformación de las redes”.
La sostenibilidad ocupó el primer lugar con una diferencia de 10 puntos porcentuales más que la segunda prioridad: la diversidad en la cadena de suministro (la introducción de nuevos proveedores).
El hecho de que la eficiencia energética, la diversidad en la cadena de suministro y la automatización de las funciones comerciales y la operación de las redes estén dentro de las prioridades de transformación de sus redes en América Latina lleva a la GSMA a concluir que la rentabilidad y la reducción de los costos son prioridades clave para los operadores de la región.
C$T-GM