Los ingresos totales por estafas con criptomonedas, así como el número acumulado de transferencias individuales por fraudes en lo que va del año han registrado un descenso; estas últimas observando el nivel más bajo de los últimos cuatro años, fenómeno que de acuerdo con Chainanalysis podría estar relacionado con el desplome de los precios de los criptoactivos.
“Los ingresos totales por estafa en lo que va de 2022, se sitúan en mil 600 millones de dólares, 65 por ciento por debajo de donde se encontraban a finales de julio de 2021, un descenso que parece vinculado a la disminución de los precios de las diferentes monedas… Desde enero, los ingresos de las estafas han caído más o menos en línea con el precio del Bitcoin”.
Hasta julio de este año, los volúmenes de transacciones de criptodivisas, tanto de entidades ilícitas como de las legítimas, van por debajo de lo observado en 2021. La mayor estafa hasta el momento ha conseguido 267 millones de dólares en criptodivisas, apenas 23 por ciento de los ingresos de Finiko, hasta finales de julio de 2021, destacó.
“En general, la actividad delictiva parece ser más resistente a la caída de los precios: Los volúmenes ilícitos han descendido sólo 15 por ciento de un año a otro, en comparación con el 36 por ciento reportado en los volúmenes legítimos”.
Dónde está aumentando la actividad ilícita, hasta julio de este año, es en los hackeos de servicios -que incluyen fondos robados a través de la manipulación maliciosa de carteras y servicios- los cuales suman mil 900 millones de dólares, cuando en el mismo periodo del año pasado esta cifra fue de poco menos de mil 200 millones de dólares.
Esta tendencia no parece que vaya a revertirse pronto, consideró la consultora, ya que en la primera semana de agosto se produjo un hackeo de 190 millones de dólares en el puente de la cadena Nomad y otro de 5 millones de dólares en varias carteras Solana.
“Las cifras sugieren que menos personas que nunca están cayendo en estafas de criptomonedas. Una de las razones podría ser que con la caída de los precios de los activos, las estafas de criptomonedas -las cuales generalmente se presentan como oportunidades de inversión pasiva con enormes rendimientos- son menos atractivas para las víctimas potenciales”.
Otra hipótesis, expuso, es que los usuarios nuevos e inexpertos están menos presentes en el mercado, ahora que los precios están bajando, a diferencia de cuando son atraídos por precios a la alza, con rendimientos mayores e inmediatos.
Si bien el lado positivo es que la actividad ilícita de las criptomonedas ha caído, la firma especializada en investigación de blockchain, subrayó que no se debe desatender el tema, pues los sectores público y privado deben seguir trabajando juntos y perfeccionar su capacidad para luchar contra las actividades ilícitas relacionados con las criptomonedas.
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