Conocí a Mónica Aspe no hace mucho, fue en 2015 cuando comenzó mi especialización en el periodismo de las Telecomunicaciones en la sección de Negocios de Grupo Reforma, y cuando ella inició también su encargo como Subsecretaria de Comunicaciones en la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.
Una noche de octubre de 2015 recibí una llamada inesperada en la que mi interlocutora preguntaba por Alejandro González:
-Un momento por favor, la subsecretaria quiere hablar con usted-, dijo la voz.
Esperé unos segundos y entonces se presentó:
-Buenas noches, Alejandro. Te saluda Mónica Aspe, subsecretaria de Comunicaciones.
Lo primero que pensé es que alguna nota publicada no había sido del agrado de la entonces funcionaria, y es que suele haber muchos ejemplos, pues los periodistas casi nunca le agradamos a las fuentes gubernamentales y menos si hay críticas sustentadas.
Pero no era el caso.
-Te llamo para darte la bienvenida a la fuente del sector de las Telecomunicaciones y para explicarte sobre nuestro principal proyecto: la licitación de la banda de 700 MHz sobre la que se desarrollará la Red Compartida.
Mónica Aspe me explicó a detalle de qué se trataba, cómo sería el proceso y cuáles serían los beneficios, cosa que agradecí porque como novato en el sector había muchos términos, procesos y proyectos que me parecían de lo más complicados a pesar de estudiarlos.
Desde ese momento la admiré en lo personal, no como periodista porque nos toca en nuestro ejercicio cuestionar y no admirar. Pero mi admiración también creció porque fui testigo, por lo menos desde el lado de la prensa de cómo Aspe se abrió paso decididamente y sobre todo entre todos los funcionarios que prácticamente eran en su mayoría hombres.
Hoy, ese proyecto que impulsó y defendió es el único de las Telecomunicaciones que ha sido transexenal y hasta el presidente Andrés Manuel López Obrador ya se subió a él.
Ayer Mónica Aspe fue ratificada como CEO titular de AT&T México y desde que llegó a la empresa como vicepresidenta de Asuntos Externos y Comunicación Corporativa se lo ganó a pulso.
La CEO de AT&T México tiene muchos retos por delante que, sin duda, no serán sencillos. El año 2020, el primero de Mónica como CEO, aunque de manera interina, no fue sencillo pues se estrenó en el puesto en plena pandemia del COVID-19.
AT&T México reportó que sus ingresos operativos cayeron 10.7 por ciento comparados con los de 2019; sus ingresos anuales por servicio disminuyeron también, un 11.1 por ciento, y las ventas por concepto de equipos igualmente bajaron 9.9 por ciento. Incluso, en 2020 perdió 1.1 por ciento de usuarios y cerró el año con 18 millones 943 mil.
La Profeco reportó que en 2020 una de cada cuatro inconformidades recibidas sobre servicios de telecomunicaciones fue de AT&T, por lo que hay 142 procedimientos abiertos en su contra, de los cuales 125 son por cobros indebidos.
En mayo de 2020 en una entrevista para Reforma, Aspe Bernal me aseguró que en 2019 habían invertido alrededor de mil millones de dólares y que ése sería el ritmo anual para los siguientes años, sin embargo, hoy las condiciones son distintas, así es que veremos si logran esa meta establecida o tienen que reducirla.
El panorama no luce sencillo, pero cuando conocí a Mónica Aspe, hace casi seis años, tampoco lo era.
Deseo que en la industria de las Telecomunicaciones y en la de de Tecnologías de la Información y Comunicaciones haya más Mónicas Aspe.
C$T-GM