Hay 71% de mexicanos, excluidos de compras digitales.
Aunque se hable de una “nueva normalidad”, la realidad es que no todas las personas en México cuentan con conectividad, por lo que la tarea de los Reyes Magos podría dificultarse este año de pandemia, en el que han cerrado muchos negocios y las compras en línea se han convertido en una opción de la que está excluida una buena parte de los mexicanos.
Se piensa que la nueva normalidad es homogénea, que es para todos y que todo puede ser vía online, pero “hay que tomarlo con cautela”, sostuvo Eduardo Loría Díaz de Guzmán, coordinador del Centro de Modelística y Pronósticos Económicos (CEMPE) de la Facultad de Economía de la UNAM.
Debe considerarse que sólo “29 por ciento de la población está conectada; es decir, 71 por ciento de la población mexicana está offline, por lo que no todos los internautas podrían efectuar compras”, y en una gran proporción son ellos mismos quienes tienen que salir a la calle a ganarse el sustento, aseveró el investigador universitario.
Si bien las ventas a través del comercio electrónico tuvieron un crecimiento relevante durante 2020, Eduardo Loría sostuvo que esa modalidad no es crucial para la economía nacional, aún representa un porcentaje mínimo del consumo total y “sólo beneficiarán a las grandes empresas transnacionales”.
“A quienes les va bien, es al 29 por ciento online, que son los que ofrecen y toman servicios, cursos, hacen videollamadas, piden comida o artículos por delivery (servicio de reparto que ofrece un comercio), pero el 71 por ciento no lo puede hacer, está fuera, y es un punto de referencia que debe considerarse”.
En este sentido, el docente de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) señaló que las compras de fin de año, no lograrán salvar el deterioro de la economía durante este periodo de emergencia sanitaria por el coronavirus.
“No hay efecto de derrama para los otros, sí debe tener incidencia en la macroeconomía, pero es muy complejo saber cuánto, cuánto del online va a los offline”.
Aunque estimó que podría haber un pequeño repunte de la actividad económica, después de tocar fondo y ante una recuperación muy lenta, quizá no al nivel de Estados Unidos, el escenario no es del todo favorecedor.
“No debemos olvidar lo que ha sucedido, hemos tenido las peores cifras en la historia reciente del país, con una caída del Producto Interno Bruto (PIB) de entre 9.5 y 12 por ciento, y una tasa de desempleo cercanas al 6.0 por ciento, que no sabemos si permanecerá así, porque las crisis ocurre en el mercado laboral con un rezago de uno o dos trimestres”.
Este tema afecta a una gran parte de la población de América Latina, pues de acuerdo con la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena, en la región hay más de 40 millones de hogares no conectados y la mitad se ubican entre los dos quintiles más pobres.
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