Vacantes en IFT, fuera de la agenda presidencial.
Este año, el Ejecutivo «revisará» la existencia de organismos autónomos como el IFT, que en opinión del presidente Andrés Manuel López Obrador, fueron creados en un periodo neoliberal dando como único resultado el ensanchamiento del gasto gubernamental; sin embargo, la permanencia de un ente regulador de las características del instituto debe analizarse desde la perspectiva social y el desafío que México tiene ante sí en materia de conectividad y transformación digital. Lo peor que puede pasarle al país, es prescindir del IFT.
«La desaparición del IFT, definitivamente sería el peor escenario para el sector de las telecomunicaciones, y por lo tanto para el país, porque en un sector como éste, lo primero que pasaría es que se generaría incertidumbre para las inversiones y para el terreno que el IFT ha venido trazando en materia de regulación y competencia, y que ha tomado tiempo construir», dijo Michel Hernández, abogado especialista en Telecomunicaciones y Regulación.
Sin duda, expuso, hay áreas de mejora y puede realizarse un ejercicio de autocrítica al interior del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), identificando dónde se deben apretar tuercas; pero el sólo hecho de plantear una eventual desaparición, es una grave señal en momentos donde la transformación digital del país dejó de ser una opción.
«Es difícil que el Ejecutivo escuche los argumentos sobre la importancia técnica que tiene el IFT porque claramente lo ve como un órgano surgido de un periodo neoliberal y tecnocrático; sin embargo, lo que se tiene que buscar es hacer ver el papel que ha tenido en cuanto a la democratización de los medios, de las inversiones, de las oportunidades para la competencia, de que se incrementen opciones para los consumidores y los beneficios en términos de bienestar».
En la conferencia «mañanera» del 4 de enero, el presidente Andrés Manuel López Obrador, habló de la necesaria reducción del gasto de gobierno, de la austeridad republicana y de los aparatos burocráticos que consumen gran cantidad de recursos económicos sin resultados.
«Aún con todo lo que hemos hecho, todavía hay organismos supuestamente autónomos, independientes porque fueron creados durante el periodo neoliberal, en otro gobierno. Existe, por ejemplo, el instituto para las comunicaciones; es Ifetel, Instituto Federal de Telecomunicaciones, y existe la Secretaría de Comunicaciones… Entonces, vamos este año a llevar a cabo una revisión sin afectar a los trabajadores, pero imagínense cuánto nos ahorramos en renta de oficinas, en viáticos, en gastos superfluos».
Al respecto, Michel Hernández recordó que esta es la segunda ocasión en el último mes que el presidente menciona al IFT, «el mensaje es claro, no le gustan los órganos autónomos», lo cual habla de una falta de contextualización sobre la batallas que se han librado en el mercado mexicano de las telecomunicaciones en términos de regulación y competencia.
«Este año no nos debería de sorprender que vengan más iniciativas, ya no en el sentido de hacer un monstruo como el que pretendía el senador Ricardo Monreal, sino más bien de adscribir todo esto al Ejecutivo. En el caso del IFT, el presidente mencionó que se tiene a la SCT, pero a lo mejor ya se le olvidó que él desapareció la Subsecretaría de Comunicaciones».
El punto más preocupante, añadió el especialista, es la falta de claridad, pues mientras que se descalifica la presencia de los órganos autónomos, en materia de telecomunicaciones y política digital no se dice nada sobre el paso a seguir y cómo se resolverán fenómenos tan dañinos como la brecha digital.
«Hay una grave falta de claridad en cuanto al rumbo que se quiere seguir, es evidente que el tema de la digitalización del país no es una prioridad para este gobierno. El IFT ha sido un muro de contención para algunos temas, a pesar de que en el Ejecutivo tendría que haber una clara visión y que alguien estuviera atendiendo los temas digitales y alzando la voz cada vez que hay una determinación en contra de este objetivo».
Los ejemplos sobran: los precios por el uso del espectro y las sanciones por incumplimientos fiscales que implicaría la desconexión de usuarios digitales, son sólo algunos. «En estos temas tendría que existir alguien coordinando en el Ejecutivo y advirtiendo sobre que tal decisión va en contra de la digitalización del país. No existe, y no sólo eso, se han desestimado y relegado los argumentos que se han dado».
Vacantes en IFT, fuera de la agenda presidencial.
El 27 de noviembre, se intentó dar un albazo en el Senado de la República para elegir al presidente del Pleno del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), sin esperar los nombramientos de las comisionadas que formarán parte de este órgano regulador, terna que debe ser enviada por el Ejecutivo para su ratificación.
«Se intentó dar ese paso, no se logró y ahora lo lógico es que se nombre a las comisionadas pero ante un mensaje como el que está dando el presidente López Obrador sobre los autónomos, es posible que esto se prolongue aún más. Si el presidente ha dicho en el último mes dos veces que el IFT no sirve, no veo por qué tendría prisa en nombrar a las comisionadas, ojalá que no sea así. Un buen mensaje sería elegir al presidente de entre los cinco comisionados hombres y las dos nuevas comisionadas».
C$T-GM