Incrementan mexicanos uso de criptomonedas o bitcoin.
Pese a las advertencias de que no son una moneda de curso legal y carecen de respaldo de las instituciones financieras, en México cada vez más cibernautas acceden a utilizar las criptomonedas, consideradas en el mundo como un activo de alto riesgo por su extrema volatilidad.
Las criptomonedas o bitcoin son una buena oportunidad de estafa debido a que son producidas por una red pública o un algoritmo y por tanto no cuentan con el respaldo de institución financiera alguna, como medio de cambio o depósito. Estos algoritmos o moneda virtual pueden desaparecer de la red en cualquier momento o sufrir un cambio abrupto en su cotización.
Sin embargo, no obstante los riesgos, la avaricia o ignorancia por no entender las nuevas tecnologías, las transacciones con moneda digital el año pasado en el mundo sumaron 320 mil millones de dólares, lo que ha provocado miles de desfalcos o estafas en supuestas alternativas de ahorro con elevados rendimientos o compra de bienes y servicios que nunca llegan a concretarse.
En México, de acuerdo con informes de la Comisión de Hacienda y Crédito Público de la Cámara de Senadores, los socios On Coin, que hace sólo cuatro años se estimaba en 2 mil, han crecido a más de 80 mil, con un volumen de operaciones de más de mil millones de pesos al mes, que al ignorarse su procedencia podrían estar vinculados al lavado de dinero o evasión fiscal.
Ante ello la comisión de legisladores exigió a las autoridades financieras -Banco de México (Banxico) y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV)- tomar las medidas preventivas para identificar posibles operaciones de lavado de dinero a través del dinero electrónico.
De igual forma se exhortó a la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) emprender una intensa campaña informativa sobre los riesgos de utilizar criptomonedas que no están respaldadas por ninguna institución financiera, ni tampoco son divisas porque ninguna autoridad monetaria las emite.
Recientemente la Condusef recomendó no sumarse a esos programas de dinero digital que se ofrecen en la red pues no existe ningún tipo de garantía que asegure que los consumidores o comercios puedan hacer válida la compra de bienes o servicios. Más aún, advirtió, al no existir una organización identificable que emita ese dinero virtual o un tercero que asuma obligaciones por dichos activos, difícilmente procedería un recurso legal en caso de estafa o pérdida.
C$T-EVP