Aunque en la presente administración, el IFT ha sido objeto de ataques “injustos, infundados e ignorantes”, es un hecho que la transición política de 2024 puede representar una «oportunidad de oro» para este órgano regulador si se hace escuchar entre los equipos de quienes buscan la silla presidencial, y que al menos en el caso de Xóchitl Gálvez y Claudia Sheinbaum, se trata de mujeres de ciencia.
“Para mi, la mejor época en Cofetel, fue la transición política. Fue un momento para influir en actores políticos, para decir lo que consideraba que se podía hacer en beneficio del sector telecomunicaciones. Fue mucho más fácil navegar en la transición, quizá porque hay un vacío de poder, quizá porque hay actores ávidos de escuchar cómo mejorar el sector”, opina Mony de Swaan Addati, quien fue el último Comisionado Presidente de la extinta Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel).
El ex funcionario, que hoy está al frente del Centro de Estudios e Investigación en Asuntos Públicos (CEIAP), sostiene que las transiciones no necesariamente son negativas; de hecho, la razón por la cual los periodos de quienes conforman el Pleno del regulador, son transexenales, es precisamente porque existe la obligación de llevar la institución de un puerto a otro.
“Estoy seguro que Xóchitl Gálvez quiere un mejor sector telecomunicaciones. Estoy seguro que Claudia Sheinbaum quiere un mejor sector telecomunicaciones, y los que saben de esto están en el IFT. Creo que ese es el espacio que debe llenar el órgano regulador en estos tiempos”.
Para De Swaan Addati, lo que suceda con el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), que suma ya 10 años de existencia, dependerá en gran medida del papel que juegue el organismo en este periodo de transición política, y qué tanto logra transmitir ideas, estrategias y autocrítica, pero sobre todo si deja en claro su utilidad en la agenda de política pública mediante sus recomendaciones.
“El otro punto está relacionado con la sociedad civil y cómo le toca a ésta presionar a los representantes populares para que respeten a la institución y también me parece que tanto Xóchitl Gálvez como Claudia Sheinbaum tienen perfiles propicios para entender este tipo de organismos. Espero que Sheinbaum no compre el discurso de los poderes fácticos, y que sepa evaluar, pero también exigirle al IFT”.
En entrevista con ConsumoTIC, el especialista vislumbra con optimismo el futuro del IFT y confía en que quien asuma la presidencia de la República tendrá la inteligencia de garantizar un Pleno completo para esta institución, pero también en la Comisión Federal de Competencia (Cofece); incluso, no descarta el resurgimiento de la subsecretaría de Comunicaciones, desaparecida en esta administración.
“Los ataques desde la presidencia de la República, me parecen injustos, infundados e ignorantes. Quien critica la estructura actual del regulador de México, o lo hace mañosamente, o no se acuerda cuando estas facultades que hoy descansan en el IFT residían en la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y todo se tomaba básicamente con una visión política, es decir, qué convenía políticamente a la administración, por encima de lo que le convenía al consumidor”.
Desde la perspectiva de Mony De Swaan Addati, cuando se ataca al órgano regulador pensando que es un dispendio o que es “una grasa que se podría eliminar del Estado mexicano”, lo que hay es una enorme carencia de conocimiento sobre lo que teníamos antes y lo que se tiene hoy en día.
En su análisis, recuerda la primera etapa del IFT y la larga lista de instrumentos de política pública que estaba obligado a cumplir como la licitación de canales de televisión, la determinación de preponderancia y las reglas asimétricas.
“Tenemos la obligación de reconocerle al IFT que ejecutó correctamente lo que le correspondía ejecutar de la reforma. Pudo no haberse hecho, se pudo haber aplazado y demás, lo cierto es que lo hicieron con diligencia y responsabilidad. En una segunda etapa, me parece que se desdibujó, pero creo que sería muy injusto evaluar esta segunda etapa sin considerar el contexto en el cual ha operado”.
Y es que, asegura el especialista, el IFT y los cuatro presidentes que ha tenido en su historia (Gabriel Contreras, Adriana Labardini, Adolfo Cuevas y Javier Juárez Mojica) ha tenido que operar en un escenario de constantes ataques por parte del propio poder Ejecutivo.
“Es por ello que veo dos etapas, una con una ejecución responsable y diligente, y después una etapa en la que ha faltado personalidad y presencia. Me parece que esta segunda etapa está más marcada por sus silencios que por sus acciones. Un silencio cuando desaparece la subsecretaría, un silencio cuando el concurso mercantil de Altán, en fin, pero al mismo tiempo se debe decir que es muy difícil de evaluar sin considerar el entorno profundamente adverso”.
Es así que una de las cosas que se deben concluir a la luz de los primeros 10 años de existencia de un regulador autónomo en materia de telecomunicaciones y radiodifusión, es que México se encuentra ante el modelo adecuado.
“Lo que este país necesita es esto. No necesita un secretario de comunicaciones y transportes tomando decisiones sobre el mercado de telecomunicaciones, no necesita una subsecretaría con vaivenes políticos, con caprichos y escándalos, necesitamos un organismo autónomo y es eso lo que queremos para México y es eso lo que hay que defender”.
El ex funcionario que presidió la Cofetel del 2010 al 2013, año en el que se expidió la reforma en materia de telecomunicaciones que estableció la creación del IFT, confía en que al contar con perfiles científicos y técnicos, tanto Xóchitl Gálvez como Claudia Sheinbaum entiendan la importancia de preservar y fortalecer a este órgano regulador.
“Aunque le quedan un par de años como comisionado, Javier Juárez Mojica tiene la oportunidad de navegar en una transición de gobierno, que nunca es fácil, pero es muy importante que no se equivoquen y no juegue a la avestruz, tienen que jugar al regulador autónomo de las telecomunicaciones de México, y exigirle a los candidatos que se comprometan con la existencia de la institución”.
C$T-GM