Está demostrado que el aumento de sólo 1.0 por ciento en el uso de computadoras por parte de la población puede reducir en 7.0 por ciento la desigualdad, mientras que el incremento de 1.0 por ciento en el uso del teléfono celular, ayudaría a disminuir 9.0 por ciento los índices de marginación.
Sin embargo, para lograr que la transformación digital se convierta en un elemento democratizador y de desarrollo para todos, se requiere una política integral coordinada desde el Estado y con la participación del Legislativo, la iniciativa privada, sociedad civil y la academia, bajo el principio de que «La Solución» no existe, sino que deben converger todos los esfuerzos.
Tales fueron las coincidencias de los participantes en el encuentro «La Transformación Digital como Plataforma de Desarrollo Económico y social a través del cierre de las brechas digitales», convocado de manera conjunta entre el Instituto Belisario Domínguez del Senado de la República y el centro de investigación Centro-i Para la Sociedad del Futuro, donde se presentó la plataforma ConectaMex.
Durante la inauguración del evento en la sede del Senado de la República, Javier Juárez Mojica, el comisionado presidente del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), recordó que el órgano regulador ha demostrado a través de varios estudios, la relación directa entre la adopción de tecnología y la reducción de brechas de desigualdad y marginación.
«Estamos ante herramientas que mejoran la calidad de vida de las personas y de ahí su dimensión social, aunque aún prevalecen problemas importantes, como el alto costo del espectro, las dificultades administrativas locales para el despliegue de infraestructura y las barreras económicas que impiden a algunas personas acceder a los servicios o comprar los aparatos necesarios para conectarse», precisó.
En ese sentido, la senadora del PRI, Claudia Anaya recordó que el acceso a las Tecnologías de la Información (TI) es sin duda un elemento democratizador que brinda grandes oportunidades de desarrollo, pero su ausencia también puede convertirse en factor de marginación.
En la pandemia, por ejemplo, alrededor del 16 por ciento de los estudiantes que tuvieron que incorporarse a la educación en línea, terminaron desertando, porque no tenían computadoras o celulares en sus casas o bien carecían de internet, lo cual demuestra que el Legislativo debe trabajar en conjunto con los demás sectores para crear las condiciones para que la transformación digital se convierta en el eje del desarrollo en todas las comunidades del país.
A su vez, Elena Estavillo, directora del Centro-i para la Sociedad del Futuro, sostuvo que no hay duda sobre el enorme potencial de crecimiento y desarrollo económico que significa la transformación digital.
Sin embargo, recordó que históricamente parece que se ha estado esperando que se presente “La Solución”, es decir, una sola idea que logre el objetivo de una vez y para siempre, cuando en realidad, debe de ser un trabajo que se logre en forma coordinada entre los sectores, articulando todas las estrategias.
Se han hecho muchos esfuerzos, muy serios por parte de distintos actores, pero hace falta que éstos formen parte de un todo coordinado, organizado y con un sentido lógico, estableció, para que el poder transformador de la tecnología se convierta en un factor de inclusión y no de exclusión.
En ese sentido, explicó que la iniciativa ConectaMex busca, precisamente, dar visibilidad a la necesaria coordinación entre los sectores para que la transformación digital surta su efecto desarrollador y democratizador en toda la sociedad.
Lejos de excluir, la tecnología en todas sus vertientes debe servir para generar, propiciar y asegurar desarrollo, y por eso esta iniciativa de ConectaMex estará generando conocimiento sistemático, informado y experto para alimentar la discusión en todos los niveles y sectores, incluyendo el Poder Legislativo, para organizar todo el sector de una manera coherente que derive en el desarrollo de la sociedad.
En su oportunidad, Esperanza Ortega, presidenta de Canacintra, señaló que la tecnología ya forma parte de toda la cadena de manufactura y por lo tanto se le debe de tomar en cuenta como eje fundamental del trabajo industrial en el país.
Considerando que el «nearshoring» puede traer grandes oportunidades, es necesario que también se pida a las empresas que lleguen a México, compromisos de transferencia tecnológica, para fortalecer el desarrollo de las comunidades.
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