Competidores del preponderante apuestan por subsidio regulatorio
El establecimiento de la “tarifa cero”, que impide a Telmex-Telcel cobrar por el tráfico de voz fija y móvil que termina en sus redes, es una indulgente política que tiene como principal consecuencia que el resto de los competidores no se preocupe por aumentar sus inversiones en infraestructura.
De acuerdo con un análisis de Mediatelecom Policy and Law el razonamiento económico detrás de la gratuidad en la terminación de llamadas en la red de Telmex-Telcel, contemplada en el artículo 131 de la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión (LFTR), es que serviría para que éstos pudieran competir a la par del agente económico preponderante (AEP).
Habría que señalar en principio que ninguna red, por muy grande que sea, opera en costo cero. Cualquier llamada de voz o mensaje de texto que se envía genera un costo a la red para su mantenimiento, expansión y modernización”.
La interconexión es un servicio fundamental y genera un costo que debe ser, o bien acordado libremente entre los operadores, o bien ser calculado por el regulador con base en un modelo de costos.
“Aun cuando algunos operadores buscaban incrementar las economías de red al ofrecer llamadas gratuitas entre sus usuarios, es ingenuo pensar que el operador preponderante no incurrirá en algún costo por la oferta del servicio”.
El informe de la firma de consultoría señala que otro argumento que no está demostrado ni teórica ni empíricamente, reside en que los operadores alternativos al AEP podrían generar “ahorros” que eventualmente les permitiría expandir su propia red, atraer más usuarios y eventualmente tener un tráfico similar al del AEP que igualaría la estructura de costos.
“Sin embargo, nada obliga en la ley o en el razonamiento económico a que los operadores alternativos utilicen estos ahorros derivados del subsidio de la tarifa cero en la inversión de nueva infraestructura, en lugar de destinarlo al pago de deudas o la repartición de utilidades”.
Aun asumiendo que los operadores alternativos invirtieran en nueva infraestructura, esto implicaría que eventualmente incurrirían en nuevos costos por la terminación de llamadas en su propia red, conforme reemplazan tramos de la red del AEP a “costo cero” por su propia infraestructura, al tiempo que su base de usuarios se incrementa.
Es decir, derivado de la “tarifa cero”, a los competidores del AEP les resulta más rentable y económico que sus clientes terminen las llamadas en la red de Telmex-Telcel, que invertir para añadir suscriptores nuevos a su propia red.
Los analistas de Mediatelecom aseguran que tomando en cuenta el estado actual de los precios de los servicios de telecomunicaciones, a los competidores les hace más sentido utilizar infraestructura de manera gratuita de forma indefinida, sin mayor presión sobre los márgenes de operación, que asumir un nuevo costo por la instalación y mantenimiento de infraestructura propia.
Señalan que es de llamar la atención que mientras el agente económico preponderante sostiene que la regulación asimétrica y la “tarifa cero” de interconexión inhiben sus inversiones para el despliegue de nuevas redes, sus competidores amenacen con cancelar sus planes de inversión.
Lo anterior es una confesión pública de su apuesta por el subsidio regulatorio y la transferencia de rentas que les representa el artículo 131 de la LFTR y la “tarifa cero”, y no tanto el compromiso por invertir en infraestructura y expandir la cobertura de la red.
C$T-GM