Hace menos de seis meses, la OCDE aseguró que México está lejos de las mejores prácticas internacionales en materia de precios del espectro; ahora que el IFT planea una licitación para colocar en el mercado bandas de frecuencia óptimas para 5G, la industria de las telecomunicaciones pone el dedo en la llaga: “No hay condiciones”.
“Se requiere previamente una reducción significativa en las cuotas anuales del pago de derechos por uso del espectro de todas las bandas, antes de que el IFT planee licitar espectro adicional”, sostiene la Canieti en el contexto de la consulta pública para recabar información para el diseño del proyecto de bases de la licitación IFT-12.
El organismo de máxima representación del sector electrónico, de telecomunicaciones y tecnologías de la información, recuerda que en el reporte “Developments In Spectrum Management For Communication Services”, la OCDE señala cómo el modelo híbrido mexicano genera desventajas importantes respecto a los mecanismos que usan el resto de los países miembros.
De entrada, genera incertidumbre e ineficiencia para asignar las frecuencias, por ejemplo, desincentiva la participación en subastas dejando frecuencias sin asignar como sucedió en las licitaciones de 2021 en las bandas de 800 MHz y 2.5GHz, con 38 bloques desiertos de 41 licitados, generando pérdidas tanto a los consumidores como al Estado.
Además de la postura de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en múltiples ocasiones la GSMA ha dado cuenta de un escenario en el que el costo del espectro en México, como porcentaje de los ingresos recurrentes de los operadores, duplica el promedio de América Latina.
El principal factor de encarecimiento del espectro radioeléctrico está dado por la evolución de los derechos anuales establecidos en la Ley Federal de Derechos, y es que mientras a nivel regional las tasas anuales representan en promedio 20 por ciento del costo total de este recurso esencial para la conectividad, en México alcanza el 85 por ciento.
Incluso, estudios elaborados por el propio Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) identifican que el cobro por el espectro resulta considerablemente alto en comparación con otros países, lo cual durante el periodo de 2005- 2020 ha contribuido a un efecto negativo en la inversión, inhibiendo las mismas a partir de cierto nivel de tarifas.
“Asimismo, la estructura tarifaria actual no solamente inhibe la inversión y afecta la competencia, sino que se traduce en un costo de oportunidad para tener precios más competitivos, ya que un mayor pago de derechos implica un mayor precio en los servicios ofrecidos afectando directamente a los consumidores”, refiere la Canieti.
Es sabido que el mercado de servicios móviles en México presenta una alta concentración que ha impactado negativamente la certidumbre y rentabilidad de las inversiones, minando la capacidad de los operadores de menor escala para competir en el mercado.
“La prevalencia de la figura de la preponderancia junto con la reconcentración del mercado móvil a favor del Agente Económico Preponderante en el sector Telecomunicaciones (AEPT), no hacen sino acrecentar estos problemas y fallas competitivas”.
Esto exige acciones por parte del regulador para la imposición y/o endurecimiento de medidas efectivas que permitan al resto de operadores competir en igualdad de condiciones, incluyendo las condiciones de asignación del espectro radioeléctrico.
“Sumado a que México es uno de los países con espectro más caro de la región, se compromete la sostenibilidad del mercado y refuerza aún más la posición del AEPT en detrimento de los operadores de menor escala, por lo que también es relevante que ese Instituto considere acciones específicas para atender los efectos asimétricos en la asignación y costos del espectro.
De enero al 21 de marzo pasado, el órgano regulador realizó una consulta pública para recabar opiniones, consideraciones y propuestas sobre aspectos específicos que pueden ser consideradas para el posterior diseño del proyecto de bases de dicha licitación.
Por ejemplo, preguntó la opinión de los participantes sobre los mecanismos, facilidades e incentivos dentro de las bases y el proceso de licitación pública que consideran oportunos para promover la participación de nuevos competidores y de pequeños operadores.
En este y otros aspectos, la respuesta de Canieti fue tajante: “Se considera que en primer lugar deben cambiar las condiciones del costo del espectro antes de que el IFT piense en poner en licitación más espectro y, en específico, se plantee cuestiones particulares sobre el diseño de la subasta”.
En resumen, asegura, es indispensable que se revisen y reduzcan los costos del espectro para permitir que sea el mercado el que determine los costos, estimular la participación y demanda por espectro en los procesos de licitación, así como evitar que el espectro no se asigne; y promover la inversión y el despliegue en redes de telecomunicaciones.
Incluso, al responder sobre los mecanismos, facilidades e incentivos que podrían establecerse en las bases de la licitación IFT-12, para promover la participación de nuevos competidores y de pequeños operadores, el organismo deja claro que esa posibilidad no podrá materializarse sin una reducción significativa en los derechos anuales.
“Estos derechos por uso del espectro son extremadamente elevados bajo diversos comparativos internacionales. El propio Instituto ha señalado públicamente que, el espectro en México en las bandas AWS, PCS y 800 MHz, es 1.4 veces más alto que en España. Esto genera insostenibilidad para los operadores establecidos que ofrecen actualmente servicios móviles, con la única excepción del AEPT”.
De hecho, pequeños y potenciales entrantes en la industria móvil en México han desistido en entrar al mercado como un operador móvil debido a que las cuotas de los derechos por uso del espectro se mantienen muy altas respecto a comparativos internacionales. Muestra de esto es que tanto Telefónica como AT&T devolvieron espectro concesionado debido a su alto costo.
“Para que México pueda contar con mejores condiciones de competencia se deberán reducir significativamente estas cuotas antes incluso de contemplar otro mecanismo o facilidades que los incentive a entrar al mercado mediante la adquisición de espectro”.
Es así que la Canieti asegura que la alta concentración de mercado y la poca eficacia que han tenido las medidas asimétricas impuestas al AEPT no incentiva a que los actuales concurrentes adquieran espectro, por el contrario, su alto costo los está obligando a devolver espectro al Estado, por lo que difícilmente habría pequeños o potenciales entrantes en el corto y mediano plazos.
C$T-GM