Si bien las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) son capaces de desempeñar un papel clave para abordar los desafíos globales del cambio climático y desarrollo sostenible, así como para alcanzar las metas planteadas para los 17 ODS, éstas tienen su propia huella, por lo que es fundamental evaluar el impacto ambiental del propio sector y su infraestructura.
En este escenario, el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) incorporó en su Programa Anual de Actividades del Centro de Estudios (PAA 2024), la realización de un reporte sobre sustentabilidad ecológica en el sector de telecomunicaciones y radiodifusión.
El regulador expone que este reporte tiene el objetivo de analizar los principales hallazgos de metodologías de medición que han elaborado los diversos reguladores en la materia, así como para el caso de México.
Asimismo, busca proponer una metodología con la cual pueda medir el impacto ambiental de las redes de telecomunicaciones, radiodifusión, data centers y, en su caso, infraestructura de borde, con la intención de identificar las pautas que mejoren su eficiencia energética y, con ello, reducir la emisión de gases de efecto invernadero
Y es que, subraya, cuando se utilizan las TIC y con ello la infraestructura asociada, se vuelve cada vez más importante considerar y evaluar no solo los impactos ambientales del propio sector y su infraestructura, sino también los beneficios ambientales que el uso puede tener en muchos otros sectores.
Para este fin, el primer paso consiste en el establecimiento de metodologías que midan el impacto del uso de las TIC que consideren los efectos ambientales tanto positivos como negativos de dichas tecnologías.
“La medición del impacto ambiental de las redes de telecomunicaciones, data centers y, por ejemplo, la infraestructura de borde resulta de suma importancia para los sectores regulados por el IFT, por lo que debe analizarse cuáles son las facultades que el IFT tiene para abordar el desarrollo sostenible del sector”.
El documento destaca que el instituto siempre puede colaborar con otras instituciones que mantienen información respecto al cambio climático, así como colaborar en la elaboración y/o difusión de lineamientos y guías para el consumo de energía de las redes y los dispositivos que se conecten a estas o que hagan uso del espectro radioeléctrico que sean acordes con una política de reducción de consumo de energía para el 2050 tal y como lo plantea el Acuerdo de París.
Adicionalmente, la medición del impacto ambiental podría ser parte fundamental de la emisión de un reporte anual del consumo de energía de las redes de los operadores y, con ello, crear un tablero de posicionamiento sobre cuáles redes consumen más energía, así como en cuáles se implementan medidas para sustitución por energías limpias. Todo lo anterior, también podría ser la base de la creación de un “índice verde” o un “distintivo verde”.
C$T-GM