La reforma en materia de telecomunicaciones ha resultado insuficiente para cerrar las brechas de conectividad, por lo que es imprescindible que México retome el ”ímpetu” de los cambios constitucionales de 2013, promueva con mayor fuerza la competencia en el mercado y apueste por repensar la conveniencia de una ley de derechos que establece precios del espectro extremadamente elevados.
A nivel internacional las cuotas anuales de espectro no son práctica común, existen varios países que las tienen pero son ínfimas, debido a que se ha comprobado la conveniencia de que el costo del espectro radioeléctrico para servicios de telecomunicaciones sea a través de mecanismos como la revelación del mercado, una práctica común en los países de la OCDE.
Alexia González Fanfalone, Analista en Política de Telecomunicaciones, OCDE, aseguró que maximizar el bienestar social no significa, que sea caro o no el costo del espectro radioeléctrico, sino dejar que el mercado revele ese precio. Al final de cuentas se trata de un insumo escaso, por lo que debe ser asignado a quien garantice su uso más eficiente.
“La Ley de Derechos y las Cuotas Anuales vigentes en México, no siempre existieron. Se introdujeron en 2010. Hay una oportunidad para repensar eso y alinearse a cuál es el objetivo fundamental; si se quiere cerrar brechas fundamentales la gestión del espectro debe ceñirse a ese eje rector, que es el objetivo social”, precisó al participar en el 9o Foro Internacional Retos de #Competencia en el Entorno Digital .
El espectro es un activo clave para la transformación digital y para la inclusión social, pues representa la columna vertebral del desarrollo y un insumo esencial para conectar a los desconectados, detalló en el foro organizado por el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT).
El uso eficiente de este recurso en los países de la OCDE, tiene como eje rector promover el bienestar social, y alejarse de utilizarlo como una forma de recaudación fiscal o maximizar la obtención de recursos fiscales.
Bajo este contexto es imprescindible que México diseñe mejores modelos de subastas públicas de espectro. Topes al límite de espectro, obligaciones de cobertura, diseño de bloques, reserva de bloques para jugadores entrantes, son algunos de los elementos inherentes de política pública o de promoción de la competencia útiles para cerrar brechas de conectividad.
“Una singularidad de México, es que utiliza cuotas anuales para el espectro extremadamente elevadas, hechas fuera de la subasta de espectro, impidiendo que el mercado revele el valor del espectro, algo no visto en otros mercados”.
En la OCDE en el periodo 2021-2023, se ha observado cómo 30 países realizaron subastas de espectro para servicios de 5G, que se tradujeron en 55 asignaciones de multi bandas milimétricas como la 3.5 y la de 700.
Por el contrario en México se han quedado licitaciones desiertas, el mercado ha expresado que no hay interés por esos procesos mientras prevalezcan los actuales criterios; de hecho, hay un operador que regresó la totalidad de su espectro y otro que paulatinamente lo está haciendo, todo ello “es extremadamente preocupante”.
Importa también la existencia de un regulador fuerte convergente dotado de las herramientas necesarias, con el diseño institucional perfecto, pero que mucho requiere de la implementación, de las sanciones que ejerza, del cumplimiento de la regulación vigente y procompetitiva, sobre todo ante un mercado telecom con altos costos de entrada y que sin competencia y eficiente regulación, puede resultar en un monopolio.
“Para que exista competencia en el mercado, tiene que haber competidores, cualquier paso para reducir el costo de despliegue de infraestructura y cargas al sector, representan pasos para cerrar brechas de conectividad, así como reducir los costos elevados que representan los fondos públicos para alimentar esfuerzos de conectividad en áreas donde el mercado no llegará, un elemento importantísimo en un país con altas restricciones presupuestarias y de austeridad”.
Es importante considerar que los fondos públicos para avanzar en la inclusión digital, tienen un costo elevado, pues representa que cada peso del erario que se destine al objetivo de la conectividad, son recursos que no se orientan el desarrollo de proyectos educativos o de salud.
El sector de las telecomunicaciones en México se encuentra nuevamente en un punto de inflexión donde los creadores de políticas públicas y los legisladores tienen el poder de extender la conectividad, y considerar que esta industria es neurálgica para el resto de los sectores productivos de la economía y clave para su transformación digital.
Alcanzar estos objetivos resulta fundamental si se consideran los amplios retos que se tiene por delante con el acelerado proceso que está imponiendo la Transformación Digital en el mercado global.

Al realizar un recuento de lo realizado en la última década, la experta destacó que en 2012 la OCDE hizo 31 recomendaciones en materia telecom, de las cuales 28 fueron incorporadas a la reforma constitucional en Radiodifusión y Telecomunicaciones del 2013 en México, logrando uno de los cambios más profundos, no vistos en la organización en las últimas dos décadas, y que dio vida a un regulador fuerte, independiente, convergente, así como demostrar que “mejores prácticas, conducen a mejores vidas”.
“La reforma impulsó la competencia, generó fuertes descensos en los precios de comunicación, en los últimos 10 años, hay un descenso en las canastas de banda ancha móvil de entre 69 a 85 por ciento, dependiendo del usuario… se aumentó en 86 millones las suscripciones de banda ancha móvil, equivalente a toda la población de Perú y Colombia juntas, de esa magnitud”, precisó la Analista en Política de Telecomunicaciones, OCDE.
Estos cambios permitieron que muchos hogares mexicanos ubicados en los deciles más bajos tuvieran por primera ocasión acceso a servicios de Banda Ancha. Disminuyó la barrera de asequibilidad y se pudo ayudar a cerrar brechas digitales con el crecimiento de los servicios de telecomunicaciones y radiodifusión, lo que también generó una mayor inversión del sector y más contribución al PIB del mercado mexicano.

Al igual que en diferentes países de la OCDE, persisten brechas de conectividad entre áreas rurales y urbanas, particularmente en México; en el promedio de los países de la organización, las zonas urbanas reciben Banda Ancha Fija con velocidades de descarga 46 por ciento mayores a las que registran las localidades más alejadas o remotas, pero en México este nivel es de casi el doble, “por ello es necesario continuar con el ímpetu de la reforma”.
“Los frutos obtenidos no se pueden dar por sentados, por ello el mantra es competencia, competencia, competencia”, es decir, se deben reforzar acciones que promuevan la competencia en el sector y mejorar condiciones de mercado, es imprescindible el fomento de nuevas inversiones, la asignación oportuna de espectro, eliminación del IEPS a los servicios de telecomunicaciones, para reducir barreras persistentes, sin lo cual no puede haber avance.
Es importante considerar que son los operadores de telecomunicaciones quienes están ejerciendo el mayor nivel de las inversiones para el desarrollo de infraestructura (60 por ciento del total, según datos de OMDIA), por ello es importante eliminar barreras y reducir los costos del despliegue con políticas públicas que contribuyan a esto y a cerrar las brechas de conectividad.
C$T-EVP