Con un agente económico que posee alrededor del 70 por ciento del mercado en términos de ingresos, es claro que las medidas asimétricas en el sector telecomunicaciones no han tenido los resultados esperados en la industria móvil, por lo que «es momento de hacer un análisis serio de hacia dónde queremos ir como país».
«Estamos en un momento muy importante donde queremos aprovechar los beneficios del nearshoring y eso solo será posible si los inversionistas ven que hay un entorno de competencia en todos los sectores, uno de ellos es telecomunicaciones», dijo Gabriel Contreras, vicepresidente Legal y de Asuntos Externos de AT&T México.
Entrevistado en el marco de su participación en la Convención Nacional de Canieti, que se celebra en León, Guanajuato, el ejecutivo enfatizó que es en este contexto en el cual el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) debería revisar con una «visión fresca», hacia dónde se quiere ir y atacar las causas del problema.
En marzo pasado, el órgano regulador realizó una consulta pública sobre el impacto en términos de competencia de las medidas impuestas al Agente Económico Preponderante en Telecomunicaciones (AEPT), de cara a la Tercera Revisión Bienal.
Este mecanismo de revisión autoimpuesto por el instituto se lleva a cabo con la finalidad de afinar el marco regulatorio asimétrico y garantizar los objetivos por los cuales se estableció, como incentivar una mayor competencia, eliminar posibles barreras a la entrada y expansión de participantes distintos al AEPT.
Desde la perspectiva de Gabriel Contreras, en la reconcentración que registra el mercado móvil, “el nombre del juego es escala. Tenemos un agente económico que tiene cerca del 70 por ciento del mercado si lo vemos en función de los ingresos y esto hace que todos los costos que tengamos los operadores sean especialmente relevantes”.
Y es que, detalló, es precisamente la escala que tiene el operador más grande del mercado móvil la que le permite diluir sus costos fijos entre el número de usuarios, es decir, ese elemento no le pesa tanto como al resto de los operadores.
“El problema es mayor cuando vemos que esta escala puede implicar que el poder que se puede tener en el sector telecomunicaciones pueda ser trasladado a otras áreas o mercados relacionados con las telecomunicaciones, por ejemplo, en la compra de dispositivos móviles que es una puerta de entrada para vender servicios, o las comisiones en los canales de distribución que es una puerta de salida para vender servicios”.
Es fundamental, dijo, tomar en cuenta que el Agente Económico Preponderante en Telecomunicaciones (AEPT) tiene tal tamaño y poder en el mercado, que «su capacidad de compra de teléfonos móviles, claramente impacta en el mercado».
Además, con tal capacidad de negociación por los volúmenes que maneja en los canales de distribución claramente puede poner una oferta distinta a la que otros operadores están en condiciones de realizar.
«Todas estas cosas abonan a tener condiciones estructurales que o se atienden o no vemos cómo pueda modificarse estructuralmente el mercado», advirtió.
Al participar en el panel “Conectividad para un México digital y competitividad en la industria 4.0”, Gabriel Contreras habló de otro factor crucial para el sector telecomunicaciones: el costo del espectro radioeléctrico.
“El espectro es un costo intermedio, claramente pesa menos en el preponderante de lo que pesa en los demás competidores. Simplemente no tiene sentido cuando se ha demostrado, como lo ha hecho el IFT, que el espectro es de los más caros del mundo”.
Explicó que la pérdida que acumula el Estado por la falta de recaudación derivada de las devoluciones de espectro y las licitaciones desiertas, puede estimarse en 50 mil millones de pesos por el plazo de las concesiones.
Ese dinero, dijo, se puede ocupar para otras responsabilidades del Estado y sin embargo no ha sido así, porque estamos en «un juego donde perdemos todos».
En este escenario y una vez que la Ley de Ingresos para 2024 volvió a considerar los mismos altos costos del espectro, lo que queda es seguir insistiendo en que este criterio recaudatorio se supere, porque «no sirve para recaudar».
«La pregunta es: si este criterio recaudatorio no le está sirviendo al Estado, si no le está funcionando al gobierno para recaudar, si no lo está funcionando al mercado, ¿a quién le está funcionando?», cuestionó.
Respecto a la posibilidad de que AT&T devuelva más espectro, dijo que la compañía está inmersa en un proceso de revisión de todo su portafolio de espectro para tener la mayor eficiencia posible sobre la utilización de este activo.
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